LA ESTIMULACIÓN CEREBRAL NO INVASIVA, NUEVA VÍA PARA TRATAR LA OBESIDAD, LA ANOREXIA Y LA BULIMIA

La estimulación cerebral no invasiva se apunta como una nueva terapia para tratar trastornos alimentarios como la obesidad, la anorexia y la bulimia, según las primeras pruebas realizadas con pacientes en una investigación desarrollada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Esta investigación, dirigida por la profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, Elena Muñoz-Marrón, muestra como el tratamiento disminuye el hambre y el deseo de comer.
En una primera fase se comprobó el efecto de esta técnica en pacientes con obesidad leve, con un índice de masa corporal de entre 30-35, y en el próximo mes de mayo se verificará en obesidad mórbida u otros trastornos alimentarios como la anorexia.
Según la UOC, los afectados por estos trastornos, aunque tienen características diferenciales, comparten un mismo factor, ya que tienen alterado el proceso de toma de decisiones en relación con la ingesta.
La terapia experimental consiste en estimular la actividad de una zona del cerebro (córtex prefrontal dorsolateral) y disminuir la actividad del cerebelo mediante la aplicación de una corriente eléctrica muy leve que el paciente casi no percibe. Según afirmó Muñoz-Marrón, “es la primera vez en el mundo que se hace un estudio en que se activa a la vez una parte del cerebro y se inhibe la otra”.
En la primera fase del estudio, que tuvo lugar en el último trimestre del pasado año, participaron ocho pacientes de entre 25 y 50 años. A cada uno de ellos se les realizaron dos sesiones de 20 minutos de estimulación en dos días consecutivos. Según la directora de la investigación, "se consiguió modular la actividad cerebral en las áreas del cerebro donde subyace la toma de decisiones y que modula la ingesta".
La segunda fase, que se llevará a cabo entre mayo y julio, se ampliará a una veintena de pacientes con obesidad mórbida y con un índice de masa corporal mayor de 40.

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