Se trata de un tramo de 265 metros de longitud y 20 de ancho que se convertirá en un eje de peatones de unos 5.500 metros cuadrados de plataforma única en el que se aprovechará para intervenir en las redes de servicios, de recogida de residuos y de aguas pluviales, así como en el mobiliario urbano y en la vegetación.
El proyecto ha comenzado con el derribo de edificios que afectaban al trazado de las aceras y seguirá con la demolición de un muro que cerraba la calle y de una nave en mal estado de la antigua fábrica Tallada i Lora, de la que se conservará la chimenea y se integrará en el patrimonio fabril del distrito.
La calle, que tiene en la actualidad diez metros de ancho y aceras de cinco, pasará a tener un pavimento de aglomerado asfáltico de tres metros y medio para el paso de vehículos y el resto, para el paso de transeúntes, se adornará con baldosas con motivos florales, árboles y mobiliario urbano.
Asimismo, se colocará un pavimento cerámico para destacar el recorrido del Rec Comtal por parte de la calle, situada en distrito de Sant Martí.
El coste de la obra, estimado en 3,4 millones de euros, permitirá también habilitar un nuevo colector que sustituya a los antiguos e implantar un sistema sostenible de drenaje, y su duración prevista es de 15 meses.
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