Se trata de deformidades que se generan en la parte externa del dedo gordo del pie cuando éste se desvía y comienza a apuntar hacia el segundo dedo. Es una afección que se vuelve dolorosa según evoluciona, y en cuya aparición influyen factores genéticos y posturales. Se puede prevenir utilizando calzados de horma ancha, pero cuando la afección es grave, finalmente la cirugía es la solución.
En los últimos años han avanzado las técnicas quirúrgicas, ahora mínimamente invasivas, de manera que la intervención es corta y se realiza con anestesia local y sedación y la recuperación es rápida.
"La cirugía tradicional del pie, siempre ha tenido muy mala prensa, inmovilizaciones prolongadas, dolor, hinchazón, ingreso hospitalario o anestesia raquídea. Los avances médicos en cirugía, el desarrollo de nuevas tecnologías y el diseño de nuevo instrumental quirúrgico, abren nuevas expectativas en las técnicas de cirugía mínimamente invasiva, por vía percutánea, para aportar soluciones a las enfermedades y deformidades de los pies de manera no dolorosa", ha explicado.
Así, prosigue, bajo anestesia local y una "suave sedación" se pueden realizar todas las correcciones que se requieran durante la cirugía. Y es que, actualmente los equipos modernos como el fluroscan, proporcionan imágenes directas del pie sin tener que abrirlo y a través de pequeñas incisiones estratégicamente localizadas con un micro instrumental, se va corrigiendo la deformidad utilizando un motor de revoluciones controladas con fresas especiales para quitar el sobre hueso.
"No colocamos ningún tornillo, ninguna aguja, ningún elemento de síntesis. El paciente sale caminando del quirófano por su propio pie con un zapato especial de suela de goma recta y velcro que utilizará durante un mes. A la semana de la intervención se retira el vendaje y los puntos de sutura, se coloca un vendaje de mantenimiento, de fácil colocación, que se cambia cada vez que el paciente lo demande por su higiene, reanudando una vida activa en forma progresiva, alternando con periodos de reposo", ha apostillado Lipnizky.
Finalmente, el doctor ha informado de que al mes de este procedimiento ambulatorio, se realiza un control aportando una radiografía y acorde a la evolución, se retira el zapato rígido para comenzar a calzarse uno convencional y se indica un plan de ejercicio de recuperación funcional.
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