EL FITOPLANCTON PUEDE ADAPTARSE RÁPIDAMENTE AL CALENTAMIENTO GLOBAL

Importantes criaturas microscópicas y oceánicas que producen la mitad del oxígeno en la atmósfera y son la base de la vida acuática pueden adaptarse rápidamente al calentamiento global, puesto que el fitoplancton, que también actúa como suministro de alimentos esenciales para los peces, tiene la capacidad de aumentar la velocidad a la que toma dióxido de carbono y libera oxígeno en temperaturas más cálidas del agua.
Así lo afirma un equipo de científicos de tres universidades británicas a partir del análisis de un alga verde (‘Chlamydomonas reinhardtii’) que permaneció 10 años en aguas de temperatura más alta, lo que demuestra que estos organismos se adaptan rápidamente para que puedan fotosintetizar más de lo que respiran.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Ecology & Evolution’, indica que el fitoplancton utiliza la clorofila para capturar la luz solar y la fotosíntesis con el fin de convertirla en energía química. Esto significa que es crucial para reducir el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y para proporcionar alimento para la vida acuática.
Resulta crucial saber cómo estos pequeños organismos (que no son visibles a simple vista) reaccionan al cambio climático a largo plazo. Los expertos habían hecho predicciones de que el cambio climático tendría efectos negativos sobre el fitoplancton, pero un nuevo estudio muestra que las algas verdes pueden ajustarse a las temperaturas más cálidas del agua, se vuelven más competitivas y aumentan la cantidad que es capaz de fotosintetizar.
Las algas examinadas que vivían en aguas más cálidas se hicieron más aptas y más competitivas, demostrando que estas pequeñas criaturas se adaptan bien al cambio climático, lo que sugiere que esta especie podría seguir siendo una fuente abundante de alimento para la vida acuática incluso si las temperaturas aumentan.
Estudios anteriores que trataron de responder a esta pregunta realizaron sólo en laboratorios en lugar de analizar cómo el fitoplancton reacciona a condiciones reales. La nueva investigación, que se prolongó durante 10 años, permite a los investigadores examinar cómo las algas verdes se encuentran en su entorno natural, donde están expuestas a un entorno más complejo y competidores.
ESTUDIO DURANTE UNA DÉCADA
Científicos de la Universidad de Exeter, el Imperial College y la Universidad de Londres han supervisado durante una década 10 tanques con fitoplancton en agua dulce calentada a cuatro grados centígrados por encima de la temperatura ambiente, que es la velocidad a la que el clima se habrá calentado hacia fines de este siglo, mientras que las temperaturas de otros 10 tanques se mantuvieron a temperaturas normales.
Esos 20 tanques de agua fueron poblados con los mismos tipos y proporciones de varios fitoplancton de agua dulce, zooplancton, invertebrados y plantas. En el laboratorio, los científicos analizaron la cantidad de algas que podían fotosintetizar, la rapidez con la que crecían y el grado en que superaban a los organismos de los estanques del ambiente.
Elisa Schaum, autora principal del estudio, recalca que “el fitoplancton puede ser microscópicamente pequeño, pero es esencial para toda la vida acuática, proporciona alimento para el zooplancton, que luego es comido por los peces”, al tiempo que “es responsable de la capacidad de los océanos como sumidero de dióxido de carbono”.
"Otras investigaciones han sugerido que el aumento de las temperaturas puede plantear problemas para algunos tipos de fitoplancton, pero hemos demostrado que las algas se adaptan muy rápidamente y que el mecanismo que sustenta su respuesta evolutiva está vinculado a mayores tasas de fotosíntesis. Pueden producir más energía y canalizarla hacia tasas de crecimiento más rápidas y una mejor capacidad de competencia con otras algas. Se dividen una vez al día y viven en grandes poblaciones de miles de células por mililitro de agua. Esto significa que los cambios evolutivos se hacen a través de unos pocos cientos de generaciones dentro de un par de años”, añade.