Según un comunicado de la Junta, el taller está organizado por la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, integrada en la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo de los Hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío, y en colaboración con la Asociación de pacientes de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU-Sevilla).
La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) dispone desde hace un año de una enfermera que atiende consultas telefónicas y vía email a los pacientes con esta patología. Los primeros meses de andadura han sido "satisfactorios", lo que ha permitido atender a pacientes en brote, que consultaban por efectos secundarios de la medicación que tomaban o precisaban consultar alguna cuestión en relación a su enfermedad.
La unidad ofrece igualmente una consulta semanal presencial que pretende establecer una relación adecuada con el paciente de reciente diagnóstico, actualizar el calendario vacunal, revisar analíticas tras la instauración de un tratamiento nuevo, administrar tratamientos subcutáneos o explicar dudas referentes a la enfermedad o al tratamiento prescrito por el facultativo.
Además, existe una línea de investigación constituida desde hace tiempo con un enfermero dedicado al desarrollo de ensayos clínicos o estudios de investigación en el campo de la EII. En los últimos años, se están realizando multitud de trabajos en este sentido, con el objetivo de conocer mejor la enfermedad, su evolución y valorar nuevos tratamientos que mejoren la calidad de vida de estos pacientes.
LA ENFERMEDAD
Con el término de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se designa a un grupo de enfermedades de etiología aún hoy desconocida, que se caracteriza por la presencia de lesiones inmunoinflamatorias en la pared del tubo digestivo. Estos daños se asocian a manifestaciones clínicas de naturaleza diversa que suelen ser crónicas y repetidas, se reconocen como colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn y colitis indeterminada.
Por ahora, no hay terapia que cure estas patologías, puesto que se desconoce la causa de su aparición, pero sí se puede controlar la actividad de la enfermedad y conseguir que el paciente tenga una buena calidad de vida. En este sentido, el desarrollo de unidades especializada contribuye a la mejora de la atención sanitaria e individualizando la asistencia del paciente.
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