ETA. INTERIOR APOYA QUE SE PERSIGA A LOS ETARRAS POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, mostró hoy su apoyo a que los asesinatos y delitos cometidos por los terroristas de ETA sean perseguidos como crímenes de lesa humanidad, lo que supone que no prescribirán y permitirán poner ante los jueces a sus autores cuando haya pruebas para ello.
Según informó el Ministerio del Interior, Martínez se refirió a esta cuestión al inaugurar en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) el curso ‘Contra la impunidad: crímenes de lesa humanidad de ETA en España en el 70 aniversario de los juicios de Núremberg”, organizado por la Asociación Dignidad y Justicia (DyJ) en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid.
En su intervención, el ‘número dos’ de Interior destacó la “labor encomiable” que viene realizando DyJ “en la batalla legal contra las actuaciones del entramado terrorista ETA”.
“NOVEDOSA VÍA LEGAL”
Entre estas acciones, el secretario de Estado destacó la “novedosa vía legal” impulsada por esta asociación para conseguir que los asesinatos de ETA sean calificados como crímenes de lesa humanidad. Esta iniciativa que, según Martínez, “va a contribuir a poner en su sitio histórico a los terroristas y también a quienes les apoyaron, les vitorearon e incluso apoyaron los efectos del terrorismo con sus actuaciones políticas”.
Martínez también se refirió a que, gracias a la actuación del Estado de derecho en las últimas décadas, “podemos decir alto y claro que ETA es un cadáver” y que se le ha derrotado “policial y operativamente” sin hacer “concesiones ni transacciones”.
No obstante, el secretario de Estado se refirió a que “aún queda una batalla importante, la batalla del relato, que afrontamos con la misma determinación con la que hemos luchado contra la barbarie terrorista”. Incidió en que “es esencial transmitir el más auténtico relato de lo que pasó, sin ambigüedades, sin buscar absurdos apaciguamientos y sin navegar en la equidistancia. Hubo víctimas y hubo verdugos y, desde luego, no todos somos iguales”.

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