INVESTIGADORES DESARROLLAN UN NUEVO MÉTODO DE DIAGNÓSTICO DE LA ESCOLIOSIS IDIOPÁTICA DEL ADOLESCENTE

El Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), la Unidad de Raquis del Hospital La Fe, el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y la Universidad de Valencia han diseñado un nuevo método de diagnóstico y seguimiento de la esclerosis idiopática del adolescente basado en la identificación de factores epigenéticos, dado a conocer este jueves.
Los cuatro centros de investigación han patentado este nuevo kit de diagnóstico que, además, permite establecer un pronóstico de la evolución de esta enfermedad. Para ello, los investigadores han encontrado marcadores epigenéticos específicos, en particular microRNAs, que pueden contribuir a mejorar la caracterización de los pacientes.
Recientemente se ha descubierto la participación de factores epigenéticos, que explican cómo los factores ambientales producen cambios en el fenotipo sin alterar la secuencia de ADN de la célula o tejido.
Este nuevo método ayudará a los especialistas a identificar de forma precoz a personas con mayor riesgo de desarrollar escoliosis idiopática en la adolescencia, así como a elegir el tratamiento de estos pacientes.
Las ventajas para el paciente son la menor exposición a la radiación y una orientación más precoz de la evolución de la enfermedad. Por otra parte, el kit puede ayudar a seleccionar aquellos pacientes con riesgo de progresar de forma más agresiva, a quienes se debe realizar un seguimiento a corto plazo y se plantea la cirugía más precozmente.
La escoliosis idiopatica representa el tipo más frecuente de las deformidades ortopédicas en pacientes inmaduros esqueléticamente. Esta patología, cuya causa es desconocida, representa la forma más común de escoliosis, ya que supone hasta un 80% de los casos diagnosticados. Aunque el síntoma principal de consulta es la deformidad estética, puede también provocar dolor, limitación funcional y restricciones de la función pulmonar.
Para el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad, los pacientes deben someterse a exploraciones físicas y estudios radiológicos desde el momento de su detección hasta que alcanzan la madurez esquelética, lo que supone un consumo importante de recursos para el sistema sanitario y una elevada exposición de los pacientes a irradiaciones.