La Junta destina 1,8 millones de euros a las cuadrillas de mantenimiento de los Espacios Naturales Protegidos

En el caso de la provincia de Palencia, las cuadrillas mantienen, conservan y reparan la infraestructura de uso público de los espacios naturales Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Las Tuerces, Covalagua y la Nava. También actúan para mejorar el estado de conservación de estos espacios naturales, de los lugares de la Red Natura 2000, zonas húmedas catalogadas, árboles notables declarados, hábitats y especies de fauna protegida en la provincia de Palencia.

Estos servicios incluyen la conservación, mantenimiento y reparación de la infraestructura de uso público; la limpieza del espacio natural, con eliminación de pintadas y recogida periódica de la basura de los contenedores en las zonas de uso público y de las sendas; la conservación y mantenimiento del medio natural; la vigilancia, información y control de accesos al espacio natural o a determinadas zonas; la sustitución del equipamiento destruido o deteriorado, adecuación del existente o ejecución de nueva dotación.

Un ejemplo de esta actividad es la recuperación del antiguo refugio de Mazobre. Además del esfuerzo inversor de la Junta de Castilla y León en la red de uso público del Parque Natural, también ha actuado para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona de influencia socioeconómica de este espacio natural protegido, con el respaldo de ayudas procedentes del parque natural y de la reserva regional de caza de Fuentes Carrionas.

Por otro lado, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, de acuerdo con los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, tiene por objetivo la ordenación y restauración ambiental en varios proyectos que consisten en conservar y proteger los recursos naturales, su vegetación, flora, fauna, gea y paisaje, preservando la diversidad genética y manteniendo la dinámica y estructura de los ecosistemas presentes en el Valle de Pineda; restaurar en lo posible los ecosistemas y valores del Valle que hayan sido deteriorados; garantizar la conservación de su biodiversidad y la persistencia de las especies de flora y fauna singularmente amenazadas, con especial atención al oso pardo.