El Ejército ha localizado la fosa durante sus operaciones en los alrededores de la ciudad, cuyo control recuperó el 27 de marzo tras expulsar de la misma al grupo yihadista Estado Islámico.
Fuentes citadas por la agencia estatal siria de noticias, SANA, han afirmado que los cuerpos presentan signos de tortura, y que algunos de los cadáveres fueron decapitados, acusando directamente al Estado Islámico de las acciones.
El 1 de abril, los grupos de autodefensa localizaron una fosa común en la zona norte de la ciudad con los restos de 40 personas. En esa ocasión se acusó también a la formación yihadista de los asesinatos.
La fosa fue hallada en el barrio de Tadmur, y entre los cuerpos figuraban 15 mujeres y niños con señales de haber sido ejecutados. Algunos de ellos habían sido decapitados y otros presentaban evidentes señales de tortura.
El Estado Islámico anunció en mayo de 2015 que había ejecutado a al menos 400 residentes de la ciudad, la mayoría niños, mujeres y ancianos.
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