‘UNA DE CADA SEIS PERSONAS EN EL MUNDO TIENEN UN ICTUS UNA VEZ EN LA VIDA’, LEMA DEL DÍA MUNDIAL DEL CEREBRO

‘Uno de cada seis personas en el mundo tienen un ictus una vez en la vida’ es el lema elegido por la Federación Mundial de Neurología para celebrar este sábado el Día Mundial del Cerebro, que este año se dedica al ictus, una enfermedad que se puede prevenir con unos sencillos hábitos saludables.
Así lo afirmó en declaraciones a Servimedia la doctora Ana Morales, vocal del Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien explicó que “el ictus puede ser isquémico o hemorrágico. En el primer caso consiste en el taponamiento de un vaso sanguíneo por un trombo que provoca la falta de riego sanguíneo a una parte del tejido cerebral y neuronas. Cuando estos vasos sanguíneos se rompen se produce entonces una hemorragia cerebral. En cualquier caso el resultado es el mismo, ya que las neuronas mueren al no recibir ese riego sanguíneo”.
Según el último ‘Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2016’, publicado este mes por el ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el ictus causa el 7% del total de defunciones en España y cerca del 24% de las muertes cardiovasculares. A este respecto, la doctora Morales añadió que en España “esta enfermedad es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres, ya que en la población masculina las primeras causas son la cardiopatía isquémica y el cáncer de pulmón. En cualquier caso, el ictus se relaciona con la aterosclerosis y el envejecimiento, por lo que es más frecuente a partir de los 55 años de edad”.
Los síntomas de este accidente cerebrovascular varían según la zona cerebral afectada por la falta de riego sanguíneo. La vocal de la SEN afirmó que “todos ellos aparecen de forma brusca y se caracterizan por debilidad o alteración de la sensibilidad en un lado del cuerpo. También se puede presentar alteración en el lenguaje y la visión, así como vértigos por inestabilidad. En otros casos se pueden producir cefaleas intensas”.
Al igual que ocurre con el infarto de miocardio, el tiempo es fundamental para evitar las secuelas que provoca un ictus, entre ellas, el daño cerebral adquirido. De hecho, entre un 30 y un 50% de los casos pueden llegar a tener algún grado de discapacidad.
“Lo más importante del ictus es la discapacidad que produce. Es la enfermedad más discapacitante que existe, incluso por delante de la demencia. El dato positivo es que desde hace algunos años contamos con tratamientos muy eficaces que si se administran de forma temprana podremos conseguir disolver ese trombo y reducir el daño cerebrovascular. Con estos tratamientos conseguimos que el 40% de los pacientes no tengan discapacidad a los tres meses”, añadió la doctora Morales.
Junto a la aterosclerosis y el envejecimiento, los hábitos de vida poco saludables ayudan a su aparición. “Para prevenir un ictus hay que controlar la hipertensión arterial, la diabetes, los niveles de dislipemias o colesterol y evitar el tabaquismo. Además, es fundamental hacer ejercicio físico y seguir una dieta sana como la mediterránea”.

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