Proponen la Medalla de Oro de Santa Cruz de Tenerife para el colegio Dominicas-Vistabella

Proponen la Medalla de Oro de Santa Cruz de Tenerife para el colegio Dominicas-Vistabella
Proponen la Medalla de Oro de Santa Cruz de Tenerife para el colegio Dominicas-Vistabella
EUROPA PRESS
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Bermúdez, que participó este jueves en los actos organizados en el centro educativo con motivo del 'Jubileo Deportivo y Solidario', explicó que las Dominicas constituyen un "colegio de referencia" en el municipio, que ha contribuido a la formación de varias generaciones de chicharreros.

"La labor que han desarrollado los sucesivos equipos directivos y pedagógicos del centro, así como su contribución y participación activa en la vida de la ciudad merecen el reconocimiento del pueblo de Santa Cruz", explicó el alcalde, quien comunicó su decisión a la directora del colegio, Rosa Contreras.

EN SANTA CRUZ, DESDE 1928

Las 'Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia' es una congregación religiosa perteneciente a la Orden de Predicadores, cuyo fundador fue Santo Domingo de Guzmán.

La congregación nace en 1895 en Canarias como respuesta a las necesidades de promoción y educación en la sociedad de aquella época,

e inicia su actividad docente con el colegio de San José en las Palmas de Gran Canaria, y le siguen el de Santa Rosa de Lima en La Laguna y Santo Domingo en La Palma.

El reconocimiento de esta labor educativa hace que la congregación sea solicitada por el Obispo de la Diócesis Nivariense Domingo Pérez Cáceres, y el día 23 de septiembre de 1928 abre sus puertas el colegio de las dominicas en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en la calle Emilio Calzadilla y al que se le pone el nombre de Santa Catalina de Siena.

Muy pronto, las dimensiones del colegio se hicieron insuficientes, trasladándose a otro edificio de la calle Santa Rosalía donde continuaron su labor, hasta que la demanda de puestos escolares y la necesidad de responder a ellas con unas instalaciones adecuadas desplazaron el colegio a su actual ubicación, tomando el nombre del lugar donde está enclavado, Vistabella, y desde el que ofrece a la sociedad tinerfeña su propuesta de educación "como forma específica de llenar al hombre y a la mujer del Espíritu de Cristo y contribuir a la edificación de un mundo más humano y más justo".

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