El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no descarta alargar algo la actual legislatura, fijada inicialmente en 18 meses y no en los cuatro años habituales de un mandato: "No seremos esclavos del calendario".
Lo ha dicho este martes en rueda de prensa sobre los 100 días de su Govern, donde ha asegurado que su idea siguen siendo estos 18 meses, pero ha pedido que se aborde este período con flexibilidad: "No estoy pidiendo dos años más".
"Hemos fijado un período temporal. No es de cuatro años. Dicho esto, para poder completarlo, no vamos a ser esclavos del calendario ni a trabajar dentro de una armadura", ha zanjado, manteniendo que debe ser una legislatura corta y excepcional.
También ha confiado en que la CUP apoyará los Presupuestos 2016 que el Govern prevé presentar en mayo en el Parlament, y ha advertido a los anticapitalistas de que las cuentas son claves para que el Govern ponga el "turbo" para cumplir todos sus objetivos, tanto sobre bienestar como sobre el proceso soberanista.
"Es la muleta indispensable para que el programa de gobierno funcione con el turbo. Los Presupuestos son la gasolina de este vehículo", según el presidente, que asegura que no pide a la CUP un cheque en blanco, sino seguir cumpliendo el pacto de estabilidad.
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