El domingo, unas 8.000 personas lideradas por Navalni se concentraron en Moscú contra la corrupción, en una protesta que también tuvo su eco en otras grandes ciudades. La marcha concluyó con unos 600 detenidos, entre ellos el político opositor, según un balance del Ministerio del Interior recogido por la agencia de noticias Sputnik --otras fuentes hablan de más de mil--.
La represión de esta manifestación recibió críticas de la comunidad internacional, pero para Putin se trata de mensajes "claramente politizados con la intención de añadir presión a la vida política interna". En este sentido, ha recordado casos de "violencia policial" como el que causó la muerte en París de un ciudadano de origen chino.
El Kremlin, sin embargo, ha negado que sospeche de que la protesta de Navalni fuese orquestada desde el extranjero. "No tengo ningún dato que apoye esa versión", ha aclarado este jueves el portavoz presidencial, Dimitri Peskov, al ser preguntado al respecto.
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