El Consistorio ha tomado esta decisión tras recibir el estudio geotécnico encargado a una empresa especializada para determinar los riesgos que podía implicar circular por la zona.
Según el Ayuntamiento, de las conclusiones del informe se desprende que reabrir ahora la carretera es "seguro", aunque es posible que deba volver a cortarse en algún punto si vuelven a registrarse abundantes lluvias.
La principal conclusión es que la propiedad deberá actuar en diferentes niveles, con acciones a largo y corto plazo. El riesgo más importante es la posibilidad de desprendimientos de árboles y rocas desde el talud que limita con la carretera. Según el Ayuntamiento, en esta zona es donde resulta más fácil y rápido intervenir y retirar con una retroexcavadora o maquinaria similar todos estos elementos.
A largo plazo, la propiedad deberá ejecutar otras intervenciones para evitar desprendimientos desde la mitad de la montaña y de cotas superiores, además de acciones para frenar la erosión de la zona que limita con la carretera.
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