Como ya anunció el Organismo de Cuenca, con el fin de auscultar e inspeccionar la presa de La Estanca se ha procedido al descenso del nivel del embalse hasta dejar accesible la berma del paramento de aguas arriba, una parte que queda habitualmente sumergida bajo las aguas. Para ello se han llevado a cabo prospecciones que han incluido una calicata de más de 6 metros de profundidad y la realización de 2 sondeos de 20 metros de profundidad.
Tras este estudio se están definiendo las acciones más adecuadas de conservación para reducir las filtraciones de la infraestructura. Hasta que se ejecuten dichos trabajos el embalse se mantendrá con niveles suficientes para responder a sus usos.
El próximo 31 de mayo se prevé alcanzar los 3 hectómetros cúbicos de embalse y desde el 30 de junio hasta el final de la campaña de riegos se prevé mantener los 3,5 hectómetros cúbicos de embalse.
Para almacenar ese volumen planificado es necesario reponer las losas de hormigón que fueron levantadas para la realización de las prospecciones (aproximadamente más de 100 metros cúbicos), que se procederá a finales de abril y, además, debe estar operativo el canal alimentador del embalse que aporta los caudales desde un azud en el río Guadalope.
Los regantes de la zona, con el acuerdo de Confederación, están ejecutando la actuación de reposición de un tramo del canal alimentador de la Estanca, en concreto realizando una modificación del trazado de 100 metros de esta infraestructura cerca de su punto kilométrico 3+000.
La actuación en la presa se integra dentro de los trabajos de mantenimiento y conservación general de infraestructuras hidráulicas del Organismo y se ha coordinado con las comunidades de regantes de la zona, ha informado la CHE en una nota de prensa.
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