La institución ha realizado una investigación sobre el proceso de preinscripción en diferentes centros educativos de titularidad pública y concertada, y ha constatado que ha habido "mala praxis", tanto por parte de algunos centros y de diversas familias como del Consorci d'Educació de Barcelona.
Ha alertado de que estas prácticas están siendo "demasiado frecuentes" en los escuelas con alta demanda de la capital catalana, y que el Consorci no combate suficientemente todavía estas irregularidades.
El Síndic de Greuges recomienda abrir un expediente informativo a la presidencia de la Comisión de Garantías de Admisión en Barcelona por haber autorizado "sin justificación" ampliaciones de ratio en dos de los centros analizados sin respetar en la inscripción de alumnado el orden de la lista de espera.
Asimismo, también pide que se abra un expediente informativo a las direcciones de estos dos centros analizados --la escuela Súnion y el colegio Montserrat-- por haber pedido incrementos de ratio sin respetar la lista de espera y que se apliquen las sanciones que correspondan.
Según el Síndic, en la escuela concertada Súnion, el Consorci autorizó una ampliación de diez plazas por encima de la ratio prevista en primero de ESO, pese a haber centros en la zona con vacantes, y se escolarizaron 10 alumnos que no correspondía por lista de espera, y en el colegio Montserrat la administración autorizó ampliaciones de ratio en P3 y tres alumnos accedieron sin respetar el orden de la lista de espera.
El Síndic ha recordado que el Consorci d'Educació de Barcelona ha asegurado que en la preinscripción vigente de cara al próximo curso no autorizarán ampliaciones de ratio mientras haya vacantes en escuelas de la zona ni saltos en las listas de espera.
CRITERIO DE PROXIMIDAD
En la comprobación de las irregularidades en la alegación del criterio de proximidad, el Síndic de Greuges ha detectado "falta de rigor" a la hora de comprobar y penalizar los fraudes relacionados con el padrón por parte del Consorci d'Educació, con un patrón de comportamiento de la administración y las familias que favorece que estas prácticas no se acaben penalizando.
El Síndic de Greuges ha detectado que numerosas familias hacen cambios en la residencia padronal meses antes del proceso de admisión del alumnado, y a menudo la comprobación por parte de la Guardia Urbana demuestra que no residen en el domicilio alegado.
Cuando se detectan, las familias alegan separaciones temporales con posteriores reconciliaciones u obras temporales con documentos de supuestos acuerdos privados entre partes de separación o fotografías de obras, pero en muchas ocasiones sin aportar documentación, y el Consorci concluye que la documentación aportada muestra que el domicilio era el alegado y no penaliza con la pérdida de puntos.
La institución ha asegurado que en ocasiones, tras la preincripción y una vez obtenida la plaza, hay familias que trasladan su residencia a la zona de escolarización, y el Síndic de Greuges recuerda que vivir en la zona --sin acreditar que se hacía en la preinscripción-- no es motivo para no aplicar sanciones.
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