Tensa situación frente a las costas de Libia, de donde siguen llegando migrantes

Casi 7.000 migrantes fueron socorridos esta semana frente a las costas de Libia y el sábado el barco noruego "Siem Pilot" seguía intentando auxiliar a lanchas neumáticas a la deriva sobrecargadas de personas oriundas de Africa.

El ataque de una lancha de migrantes por parte de un navío de guardacostas libios ocurrido el sábado plantea, en forma dramática, interrogantes sobre la estrategia europea de colaborar con las autoridades marítimas libias.

La tripulación del "Siem Pilot", un barco que patrulla en la zona por encargo de la agencia europea Frontex, acogió el viernes a casi un millar de migrantes que habían sido rescatados por un petrolero.

Esta mañana, el "Siem Pilot" vio llegar con impotencia seis nuevas lanchas a las cuales no pudo prestar ayuda.

En general esas lanchas transportan entre 120 y 140 personas, a veces hasta 160.

El "Sem Pilot", con la cubierta abarrotada de migrantes, no podía embarcar más pasajeros y tuvo que alejarse de las lanchas cuando algunos de los pasajeros se lanzaron al agua para llegar al navío.

Finalmente fueron recuperados y llevados al petrolero.

"Nunca vi una operación de socorro así", declaró el comandante policial Pal Erik Teigen, responsable del operativo, a un equipo de la AFP embarcado en el "Siem Pilot".

La calma del mar durante toda la semana favoreció la partida de los migrantes desde las costas libias, por lo cual los socorristas consideran que se batirá el récord de llegadas para un mes de octubre con unas 20.000 personas rescatadas.

La situación es cada vez más difícil para Italia que, tras el cierre de las fronteras de los países del norte, debe acoger en su territorio a la gran mayoría de los migrantes.

El viernes, reunidos en Roma, los ministros del Interior del "G6" llegaron a la conclusión que la repatriación de los clandestinos y de los que no obtuvieron el asilo es "un elemento fundamental" de la política europea en materia de flujos migratorios.

La lucha contra los traficantes libios constituye el otro eje, pero la operación naval Sophia lanzada contra ellos en 2015 no ha dado resultados satisfactorios.

La Unión Europea prevé ahora formar y equipar a los guardacostas libios para apoyar ese esfuerzo.

El comienzo de la formación está previsto para fines de octubre luego de controlar que los 80 candidatos, que más tarde serán formadores, sean leales al gobierno de unión y no estén implicados en casos de corrupción.

"En Libia es muy difícil saber quién hace qué", comento Ruben Neuegebauer, portavoz de la ONG alemana Sea-Watch.

"Nunca se sabe en que manos terminará el material", agregó.

En la noche del viernes, socorristas de Sea-Watch que distribuían chalecos salvavidas a unos 150 pasajeros de una lancha neumática vieron como guardacostas libios apaleaban a los migrantes.

La violencia de los guardacostas que querían recuperar el motor provocó un movimiento de pánico haciendo caer al agua a la mayoría de los migrantes. Sólo 120 pudieron ser rescatados.

Las ONG dicen por otra parte que bloquear a los migrantes en Libia los expone a situaciones dramaticos

Los médicos señalan cada vez más el estado de debilidad y las huellas de castigos y torturas en las personas rescatadas.

"En Libia estuve detenido durante tres meses", contó en la mañana del sábado un guineano de 33 años a voluntarios del barco "Aquaruis" de las ONG SOS Mediterráneo y Médicos Sin Fronteras.

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