Las dos UCI del Complejo Hospitalario incorporan nuevas técnicas de hemofiltración para pacientes críticos

EUROPA PRESS
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Desde el Complejo Hospitalario se ha informado en una nota de que esta técnica de hemofiltración incorpora "nuevos elementos para el filtrado de la sangre", como es el uso del citrato, evitando así tener que prescribir un tratamiento de anticoagulación durante su realización, con lo que aumenta significativamente la seguridad del paciente durante el proceso y reduce los riesgos asociados a esta práctica.

Los especialistas en Medicina Intensiva del Complejo Hospitalario han apostado por incorporar esta nueva terapia destinada a los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos que requieren de un tratamiento precoz de la insuficiencia renal, pero cuyo estado de salud, más delicado, requiere de tratamientos de reemplazo renal similar a la hemodiálisis, pero de carácter más continuo.

Está previsto que hasta 70 pacientes puedan beneficiarse anualmente del uso de este elemento, el citrato, para la realización de la técnica, evitando así las consecuencias derivadas de la utilización de determinados fármacos destinados a impedir la coagulación del sistema sanguíneo en pacientes especialmente complejos por su predisposición al sangrado.

De esta forma, no resulta necesario recurrir a productos anticoagulantes que requieren la suspensión de forma momentánea de la terapia, reduciendo los tiempos de realización de la técnica y aumentando la eficiencia y seguridad.

Las sesiones han de realizarse de forma diaria mientras se mantiene la insuficiencia renal y pueden durar entre 12 a 24 horas, permitiendo un retiro extracorpóreo de la sangre de forma gradual y reduciendo el riesgo de provocar un compromiso hemodinámico (hipotensión), sobre todo teniendo en cuenta que los pacientes ingresados en estas unidades se encuentren encamados y, con frecuencia, en estado inconsciente.

Con la incorporación de esta nueva terapia de depuración renal aumenta la seguridad del paciente, ya que el citrato agregado en el proceso de depuración se une al calcio de la propia sangre del paciente impidiendo, de forma natural, la coagulación de la misma durante el procedimiento. Una vez finalizado, se vuelve a inyectar calcio en el torrente sanguíneo, de manera que el paciente vuelve a su situación normal.

Este nuevo sistema, cuyo proceso de implantación acaba de iniciarse, ha necesitado de un período de formación específico en el que han participado tanto los facultativos intensivistas como el personal de enfermería que presta servicio en las unidades, en un esfuerzo conjunto por mejorar la calidad asistencial e incorporar nuevas prestaciones en el manejo del paciente crítico con fracaso renal agudo.

Una complicación que en el caso del Complejo Hospitalario se registra en alrededor de un diez por ciento de todos los pacientes que requieren su ingreso en esta unidad para pacientes críticos. Gracias a este nuevo equipo de hemofiltración, la sangre del paciente circula a través de un circuito de conductos a una membrana semipermeable que actúa como filtro, en la que son removidos los residuos tóxicos y el agua. Tras un proceso de limpieza y depuración, un líquido de reemplazo con los electrolitos necesarios es incorporado a la sangre filtrada completándose el circuito de retorno al paciente.

Este dispositivo también ofrece la posibilidad de realizar otras técnicas, como la plasmaféresis o depuración del plasma, un tratamiento fundamental en ciertas patologías de carácter inmunológico, y la hemoperfusión, que facilita la extracción de elementos nocivos presentes en el fluido sanguíneo producida por una intoxicación causada por diferentes sustancias, a la vez que unida a determinados fármacos mejora el pronóstico de los pacientes que sufren sepsis severa.

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