Vaquita mexicana puede salvarse de la extinción si prohíben pesca: WWF

La extinción por pesca incidental de la vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo que sólo existe en México, será un hecho si no se prohíbe todo tipo de pesca en su reducido hábitat, advirtió el lunes el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Las alertas de los ambientalistas se dispararon el viernes pasado después de que el gobierno de México reportó que la población de esa marsopa es de tan sólo 60 ejemplares, de acuerdo con un estudio de octubre a diciembre hecho por un organismo internacional independiente.

"Es una medida drástica, pero tal vez la manera más eficiente (para evitar la desaparición de la especie) es que no se deje pescar y obviamente que se compense a los pescadores", dijo en conferencia Omar Vidal, director del WWF en México.

La AFP buscó la posición del gobierno mexicano sobre esa propuesta, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta.

En 2014 sobrevivían 97 vaquitas -que sólo habitan en la parte más norteña del Golfo de California- lo que quiere decir que en un año se perdió casi 40% de su población que en 1997 era de más de medio millar de individuos, expuso Vidal.

Pero podría ser peor aún el panorama de la vaquita marina, una especie conocida también como el 'panda mexicano' por el anillo obscuro que tiene alrededor de los ojos y una boca que pareciera sonreír. El WWF estima que que 20% de los 60 individuos podrían haber muerto en los primeros cuatro meses de este año.

Su "disminución drástica", expuso el director de WWF que se ha dedicado durante 20 años al estudio de esa especie, se debe al uso ilegal de redes agalleras usadas para capturar totoabas, un pez también en peligro de extinción, cuya vejiga natatoria seca tiene gran demanda en el mercado negro de China y es contrabandeada a través de Estados Unidos.

El gobierno mexicano puso en marcha el año pasado una "ambiciosa y realista" estrategia para proteger al animal, reconoció Vidal. Se amplió el polígono marítimo para garantizar la cobertura del área de distribución de la especie de 126.000 a 1,3 millones de hectáreas, y se prohibió el uso de todas las redes agalleras.

También acordó otorgar a los pescadores en dos años 70 millones de dólares para que busquen nuevas formas de pesca. Pero todo ha sido "insuficiente", dijo Vidal al recordar que se han encontrado redes agalleras "camufladas" entras las que son usadas para pescar la corvina.

El WWF y otros organismos internacionales, concluyó Vidal, están "convencidos de que si se toman medidas inmediatas se puede salvar a la vaquita".

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