El Papa clama contra el fundamentalismo porque profana el nombre Dios

  • El Pontífice denuncia durante el Viacrucis el "infame silencio" ante la persecución cristianos y el "insaciable cementerio" de inmigrantes del Mediterráneo y Egeo.

    "Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los rostros de los niños, de las mujeres y de las personas extenuadas y amedrentadas que huyen de las guerras y de la violencia".

En la imagen el papa Francisco
En la imagen el papa Francisco
E. M.

El Papa ha arremetido contra la instrumentalización del Islam en los actos terroristas y, como ya hiciera el Jueves Santo, contra los vendedores de armas que provocan las guerras, durante su discurso en el Coliseo de Roma, tras presidir el Viacrucis, en el que ha recorrido las lacras de la actualidad que están presentes en el calvario de Cristo.

"Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los fundamentalismos y en el terrorismo de los seguidores de cierta religión que profanan el nombre de Dios y lo utilizan para justificar su inaudita violencia. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los poderosos y en los vendedores de armas que alimentan los hornos de la guerra con la sangre inocente de los hermanos", ha indicado.

A los pies del Anfiteatro de Flavio, donde miles de fieles se han congregado para

participar en esta ceremonia que conmemora el camino de Jesús de Nazaret hacia la muerte en la cruz, el Pontífice ha denunciado el "infame silencio" ante la persecución cristianos y el "insaciable cementerio" de inmigrantes del Mediterráneo y Egeo, que ha definido como la imagen que refleja la "conciencia insensible y anestesiada" del mundo.

"Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo alzada en nuestras hermanas y

hermanos asesinados, quemados vivos, degollados y decapitados por las bárbaras

espadas y el silencio infame. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los

rostros de los niños, de las mujeres y de las personas extenuadas y amedrentadas que huyen de las guerras y de la violencia, y que con frecuencia sólo encuentran la muerte y a tantos Pilatos que se lavan las manos", ha exclamado.

El Coliseo es el símbolo de las persecuciones contra los cristianos y ha estado blindado policialmente. Más de 5.000 agentes patrullan estos días las calles de Roma, que ha implementado los controles durante el Año Jubilar de la Misericordia.

En su cuarto viernes santo al frente de la Iglesia católica, también ha hecho autocrítica al evidenciar los "ministros in抡ࠞeles que, en vez de despojarse de sus propias ambiciones, despojan incluso a los inocentes de su propia dignidad".Paganismo laicista

El Pontífice argentino también ha denunciado las políticas laicistas que pretenden eliminar cualquier vestigio de la religión católica en las instituciones públicas y la corrupción que convierte la ética en un "mercado de la inmoralidad".

"Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los que quieren quitarte de los

lugares públicos y excluirte de la vida pública, en el nombre de un cierto paganismo

laicista o incluso en el nombre de la igualdad que tú mismo nos has enseñado. Oh Cruz

de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ladrones y en los corruptos que en vez de salvaguardar el bien común y la ética se venden en el miserable mercado de la

inmoralidad entregan a la muerte a cualquier persona", ha explicado.

"Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los necios que construyen depósitos para conservar tesoros que perecen, dejando que Lázaro muera de hambre a sus puertas. Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los destructores de nuestra casa común que con egoísmo arruinan el futuro de las generaciones futuras", ha agregado.

Asimismo, ha arremetido contra los codiciosos y contra aquellos que destruyen el medio ambiente, así como contra "los corazones endurecidos de los que juzgan cómodamente a los demás". También ha denunciado una vez más la sociedad del descarte.

Finalmente ha evidenciado que la "imagen del amor sin límite y vía de la Resurrección" está en las personas buenas y justas que hacen el bien sin buscar el aplauso o la admiración de los demás y en "los ministros fieeles y humildes que alumbran la vida, como candelas que se consumen gratuitamente para iluminar la vida de los últimos".

"Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en el rostro de las religiosas y consagrados --los buenos samaritanos-- que lo dejan todo para vendar, en el silencio

evangélico, las llagas de la pobreza y de la injusticia", ha exclamado.Familias que viven con fidelidad

En vísperas de que se publique el nuevo documento del Papa sobre la familia, ha  reivindicado "las familias que viven con fidelidad y fecundidad su vocación matrimonial". Por otro lado, también ha recordado a "los voluntarios que socorren generosamente a los necesitados y maltratados" y a los "perseguidos por su fe que con su sufrimiento siguen dando testimonio auténtico de Jesús y del Evangelio".

"Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los soñadores que viven con un  corazón de niños y trabajan cada día para hacer que el mundo sea un lugar mejor, más

humano y más justo. En ti, Cruz Santa, vemos a Dios que ama hasta el extremo, y vemos el odio que domina y ciega el corazón y la mente de los que prefieren las

tinieblas a la luz", ha dicho.Los sirios llevaron la cruz

En algunas de las estaciones del rito del Vía Crucis la cruz fue transportada por varios

fieles latinoamericanos, en concreto, de Paraguay, Ecuador, México y Bolivia. En la

estación número 12, que rememora el momento en el Jesús muere en la cruz, han sido

los sirios Haddad Rana y Yousef Saghir, los que la han transportado.

Según ha informado la o抡ࠞcina de Celebraciones Litúrgicas Pontifícia, durante la primera y la última estación, llevaba la cruz el vicario del Papa para la diócesis de Roma, el cardenal Agostino Vallini. Un familia romana ha sido la encargada en la segunda estación. En la tercera estación, la Unitalsi (Unión Nacional Italiana para el Transporte de Enfermos a Lourdes y Santuarios Internacionales), con el discapacitado en silla de ruedas Francesco Rocco Arena, la hermana Luciana Matani y el camillero Salvatore Bonaccorso, se han encargado de transportar la cruz.

En la cuarta estación otra familia italiana. En la quinta estación, alumnos y profesores de un instituto de formación para el trabajo.

En la sexta estación han llevado la cruz la china Yialaan Chiara Chin y la rusa Varvara Slivkina. En la séptima, la paraguaya Nives Masala y el bosnio Radoslav Dodig. En la octava, una familia ecuatoriana. En la décima un mexicano y una mujer de Centroáfrica. Un estadounidense y una boliviana, han sido los encargados de llevar la cruz en la undécima estación. Por último, en la estación 13, los hermanos franciscanos de Tierra Santa han sido los que han llevado la cruz.

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