A Coruña despide con ovaciones y protestas su Feria Taurina del Rosario

  • El Coliseo de A Coruña ha despedido hoy con ovaciones, sin llenar la plaza pero casi, la Feria Taurina de las fiestas de la Virgen del Rosario, que también ha recibido la protesta de colectivos animalistas en manifestación por la abolición de las corridas de toros al considerarlas un delito penal.

A Coruña, 5 oct.- El Coliseo de A Coruña ha despedido hoy con ovaciones, sin llenar la plaza pero casi, la Feria Taurina de las fiestas de la Virgen del Rosario, que también ha recibido la protesta de colectivos animalistas en manifestación por la abolición de las corridas de toros al considerarlas un delito penal.

Este fin de semana la capital herculina ha acogido el tradicional serial tras su aplazamiento este verano con motivo de las fiestas de María Pita, después de que el Ayuntamiento anunciara en julio que no había llegado a acuerdo con ninguna empresa para organizar el evento, que finalmente ha conseguido el empresario Tomás Entero de "Tauro Siglo XXI".

El atractivo cartel ha contado esta tarde con toreros que ocupan los primeros puestos del escalafón, como Manuel Díaz El Cordobés, Juan José Padilla o Miguel Abellán.

Sin embargo, más de un millar de personas, convocadas por la plataforma "Galicia, Mellor Sen Touradas", han pedido este mediodía la abolición de las corridas de toros que califican de "barbarie" y que han pedido incluir como delito en el Código Penal por considerar "criminal el maltrato animal".

Durante la protesta, con casi 3.000 personas según la organización, y en torno a 1.400 según la Policía local, entre ellas representantes de los grupos parlamentarios de AGE y BNG, se han coreado entre aplausos "Galicia es antitaurina" o "La tortura no es arte ni cultura".

El portavoz de "Galicia, Mellor Sen Touradas", Rubén Pérez, ha explicado a los periodistas antes de iniciar la marcha que esta protesta es "contra el intento del Gobierno municipal de rescatar la feria taurina" porque "ni con subsidios, ni regalando entradas ni casi invitando a la gente son capaces de llenar el Coliseo y de evidenciar esa supuesta afición taurina que hay en esta ciudad".

Pérez ha justificado esta demanda "amplia y transversal" que atañe al "maltrato animal" y también a "colectivos agredidos que sufren la crisis con toda su dureza y ven cómo un Gobierno municipal dedica 100.000 euros de dinero público a subvencionar las corridas de toros".

Las mismas consignas se han repetido poco antes de comenzar la tarde de toros ante el Coliseo, donde medio centenar de personas se han concentrado para protestar por la celebración de esta feria ataviados con un gran muñeco que simulaba a un torero y tras la pancarta "Ni arte ni cultura, las corridas de toros son tortura".

Ante estas manifestaciones, la plataforma "La Economía del Toro" ha instado al colectivo "Galicia, Mellor Sen Touradas" a que "aprenda a respetar las minorías culturales" porque en una sociedad democrática el pluralismo cultural y la libertad de expresión "son valores que bajo ningún caso pueden quedar socavados".

Según "La Economía del Toro", la Feria Taurina coruñesa no está subvencionada, el apoyo político a la prohibición de los toros en Coruña es minoritario y la asistencia a la corrida de ayer confirma que "sí existe interés" en A Coruña, ya que el cartel reunió a más de 5.000 espectadores, precisa.

Hoy han sido más, con tres cuartos de entrada, para ovacionar a los diestros Juan José Padilla, que cortó cuatro orejas, y Miguel Abellán, que logró dos, los grandes triunfadores del Coliseo coruñés en el segundo y último festejo de la feria taurina del Rosario.

El Cordobés dio la cara con su primer astado al que toreó con serenidad en la muleta, mostrando su lado más serio y pulcro, pero la oreja la consiguió de su segundo, que le propinó un tremendo revolcón del que se repuso sin mayores consecuencias.

Padilla recibió a su primer toro con limpieza y pulcritud y, acabando entre los pitones, ofreció todo tipo de alardes y desplantes de cara a la galería que causaron furor en los tendidos, que le premiaron con el doble trofeo.

Del quinto, al que toreó con arrebato de capote y mató de forma fulminante, logró otras dos orejas para él.

El sexto lanzó por los aires de Abellán en el capote, trance del que se rehizo no sin algún que otro síntoma de dolor, pero del que consiguió pasaporte para la Puerta Grande.

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