Sídney (Australia), 20 abr.- Una mujer de origen papuano ha pedido a las autoridades en Australia que investiguen las supuestas adopciones forzosas de niños mestizos en Papúa Nueva-Guinea por la Iglesia Católica en los años 60, señalaron hoy los medios locales.
Elizabeth Canny, nacida en Papúa Nueva-Guinea, indicó que fue separada de su familia a la fuerza y enviada a la ciudad australiana de Adelaide cuando tenía ocho años por las monjas católicas de la congregación Hermanas de la Misericordia.
"Quiero saber quién fue responsable, en verdad quiero saber por qué se llevaron a niños que tenían familias", explicó Canny al diario "The Australian".
La mujer adoptada, quien asegura conocer al menos nueve casos más ocurridos en los años 60, demandó el reconocimiento y una disculpa por el daño psicológico a ella y su familia, además de conocer si el Gobierno australiano era cómplice.
Canny cuenta con el apoyo de las asociaciones de aborígenes en Australia.
En 2008, la activista exigió respuestas a la Iglesia Católica, pero sólo le respondieron que la congregación responsable de las adopciones ya no existía.
En febrero de este mismo año, el Gobierno australiano pidió públicamente perdón a los aborígenes que fueron víctimas de la llamada "Generación robada", un trozo de la historia de Australia que habla de más de 100.000 menores separados de sus familias aborígenes entre 1910 y 1970.
Sin embargo, las autoridades no han investigado caso alguno de adopciones forzosas de niños papuanos.
El año pasado, la Iglesia católica reconoció, y se disculpó, por las adopciones forzosas que efectuaron en las décadas de los 50, 60, 70 y parte de los 80 del siglo pasado en hospitales australianos, donde las madres eran engañadas y hasta amenazadas.
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