Acusan de genocidio a un tercer represor de la dictadura comunista rumana

  • El Instituto de Investigación de los Crímenes Comunistas (Iiccmer) solicitó hoy a la Fiscalía rumana que impute por genocidio a un antiguo comandante del campo de trabajo de Cernavoda, donde entre 1952 y 1953 murieron 115 adversarios del régimen comunista.

Bucarest, 11 feb.- El Instituto de Investigación de los Crímenes Comunistas (Iiccmer) solicitó hoy a la Fiscalía rumana que impute por genocidio a un antiguo comandante del campo de trabajo de Cernavoda, donde entre 1952 y 1953 murieron 115 adversarios del régimen comunista.

"El capitán en la reserva Florian Cormos ha cometido crímenes contra la humanidad", declaró el presidente del Iiccmer, Adrian Muraru, en rueda de prensa.

Muraru denunció que Cormos, que tiene ahora 87 años, instituyó un "régimen de exterminación" contra los presos del campo.

La Fiscalía del Alto Tribunal de Casación y Justicia deberá decidir ahora si presenta cargos contra el antiguo comandante del campo de trabajo.

En una reciente entrevista concedida al diario "Gandul", Cormos negó que hubiese torturado o matado a nadie.

Esta es la tercera solicitud de imputación contra agentes de la represión comunista.

La Fiscalía ya ha presentado una acusación por genocidio contra dos antiguos comandantes de centros de detención durante los años cincuenta y sesenta.

Los dos acusados alegaron que los hechos han prescrito, pero el Tribunal Constitucional dictaminó a finales de 2013 que los crímenes que implican muertes no prescriben.

Se estima que entre 100.000 y 500.000 personas fueron encarceladas en Rumanía por motivos políticos durante la dictadura comunista entre 1945 y 1989, según datos del museo en memoria de las víctimas del comunismo de Sighet.

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