Advierten del uso de veneno contra el lobo y el buitre en Castilla y León

Valladolid, 3 ago.- La Estrategia de Castilla y León contra el uso de cebos envenenados advierte del incremento de esta práctica ilegal en zonas en las que el lobo y el buitre atacan al ganado, aunque pide que no se "criminalice" a los ganaderos en su conjunto.

El Boletín Oficial de Castilla y León publica hoy esta Estrategia, que reconoce que "el ancestral enfrentamiento" del lobo "con los ganaderos es, en algunas zonas, la causa más importante del uso ilegal del veneno con la finalidad de eliminarlo".

Además, destaca la "franca expansión" del lobo en la Comunidad, incluido el sur del río Duero, donde no es especie cazable, lo que "podría haber contribuido a generar una mayor animadversión".

Sobre los buitres, "tradicionalmente considerados como aliados por parte del ganadero, al eliminar rápidamente cadáveres con un potencial infeccioso del campo", puntualiza que esa percepción "ha virado hacia una visión negativa".

Esto es debido, añade, "en parte por la disminución en la disponibilidad de alimento y en parte por los cambios en el manejo del ganado", que han derivado en ataques a reses vivas por parte de esta especie que antes era solamente carroñera.

En Castilla y León, se ha producido en los últimos años una "diversificación en las áreas más castigadas por la colocación de cebos envenenados".

"Muchos de los episodios" de envenenamiento de la fauna "registrados en comarcas eminentemente ganaderas de León o Zamora, así como en los páramos y campos de Valladolid y Palencia, pueden también relacionarse con esta especie", con el lobo, agrega el texto.

Asimismo, "fundamentalmente en Soria y Burgos, cabe reseñar el recelo despertado en el ganadero ante la abundancia y supuesto cambio de comportamiento de los buitres".

La Estrategia precisa que "las capacidades de control y de sanción son limitadas, como consecuencia de la propia naturaleza del entorno en que se produce" el uso del veneno.

No obstante, subraya que "los cazadores, ganaderos o agricultores no deben ser criminalizados ni acusados por la existencia de estas prácticas que en absoluto les representan" como colectivos.