Un fotógrafo de la AFP vio tras las explosiones cadáveres de activistas en el suelo, con las pancartas que habían traído para la manifestación.
En la zona debía celebrarse una manifestación pacifista opositora, organizada por partidos y sindicatos de izquierda, entre ellos la principal formación prokurda del país, el HDP.
Según el ministerio del Interior, al menos 30 personas murieron y 126 resultaron heridas.
"Maldecimos y condenamos este ataque atroz contra nuestra democracia y la paz de nuestro país", dijo el ministerio.
Según una fuente gubernamental turca que pidió el anonimato, lo sucedido sería un ataque "terrorista". "Sospechamos que hay un vínculo terrorista", declaró este responsable sin más precisiones.
El ataque tiene lugar además a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas, previstas el 1 de noviembre.
"Escuchamos una explosión fuerte y otra pequeña. Hubo un gran movimiento de pánico, y luego vimos cadáveres en la explanada de la estación", declaró a la AFP Ahmet Onen, un jubilado de 52 años.
"Una manifestación que debía ser por la paz se ha convertido en una masacre. No entiendo lo que pasa", añadió con los ojos llenos de lágrimas.
En el lugar de las explosiones se vivieron escenas de caos. Las ambulancias buscaban a los heridos y la policía acordonó la zona, constató la AFP.
La policía disparó al aire para dispersar a los manifestantes encolerizados por la muerte de sus compañeros en las explosiones, comprobó la AFP.
bur-pa/avl.zm
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