Al menos 39 muertos en combates en el centro y sur de Somalia

Mogadiscio.- Al menos 18 personas, 10 de ellas guerrilleros islamistas, murieron a causa de los combates registrados hoy en Mogadiscio, la capital de Somalia, mientras que en la región central del país, choques armados entre dos clanes tribales dejó un saldo de 21 muertos.

Efectivos leales al Gobierno Federal de Transición (TFG, en inglés) somalí y tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) intercambiaron disparos de artillería en Mogadiscio con la milicia integrista islámica Al-Shabab, que avanzaba sobre el palacio presidencial, dijeron a Efe testigos presenciales.

"Estoy en mi casa y no puedo salir porque se encuentra en el medio de los disparos, pero puedo ver desde mi ventana una decena de cadáveres de los guerrilleros de la Al-Shabab tirados en la calle", dijo por teléfono uno de los vecinos del distrito de Abdiasis, en el norte de Mogadiscio, quien declinó identificarse por razones de seguridad.

Portavoces del hospital de esta capital señalaron, por su parte, que, al menos, ocho civiles murieron en los combates y que decenas resultaron heridos.

Fuentes gubernamentales afirmaron, a su vez, que sus tropas consiguieron repeler el ataque de Al-Shabab y también recuperaron un área capturada hace dos días por el grupo guerrillero somalí, vinculado a la organización Al Qaeda.

Los grupos islamistas que luchan contra el TFG entre los que destacan Al Shabab y Hezb al-Islam, tienen bajo su control gran parte de Somalia, incluida casi toda Mogadiscio, y quieren imponer una versión estricta de la ley islámica "sharia".

Entretanto, el grupo humanitario Elman, con sede en Mogadiscio, confirmó que choques armados entre clanes en una aldea de la región central del país dejó un saldo de 21 civiles muertos, pero que los combates no tienen antecedentes políticos sino disputas de larga data por la tenencia de las tierras de pastoreo y el acceso al agua.

Somalia carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y el territorio quedó repartido entre los líderes de clanes tribales, conocidos como "señores de la guerra", las milicias integristas islámicas y, en algunas zonas, bandas de delincuentes comunes.