Alejandro Sanz promoverá una canción para recordar que Lorca necesita ayuda

Lorca (Murcia), 7 ago.- El cantante Alejandro Sanz ha anunciado hoy en Lorca que promoverá con otros artistas una canción para recordar que esta ciudad "sigue necesitando mucha ayuda" y ha apelado a que los terremotos del 11 mayo no caigan en el olvido, se cumplan las promesas y lleguen las ayudas.

El músico ha visitado esta tarde la ciudad lorquina, donde ha comprobado los efectos de los temblores en el barrio de La Viña, donde sido derribados numerosos edificios, tras lo que se ha trasladado a la sede consistorial.

Durante su estancia en el barrio de la Viña, el más dañado por los terremotos, Sanz ha conversado y se ha fotografiado con algunas de las personas que se han acercado a él.

Después se ha trasladado a la sede del ayuntamiento, frente a la que se ha congregado un centenar de personas, en su mayoría mujeres, que le han pedido insistentemente que se asomara al balcón, a lo que ha accedido.

Piropos como "guapo" y "macizo" han sido algunas de las expresiones que las mujeres han coreado en la plaza del Ayuntamiento, algunas de las cuales llevaban carteles con la leyenda "Lorca, te queremos".

Sanz ha mostrado su pesar porque "muchos de los comercios, que son la savia de las ciudades, siguen cerrados y muchas familias siguen sin poder volver a sus casas. Lo más importante -ha dicho- es la gente y dependen de la buena voluntad del Gobierno Central, que debe cumplir su palabra".

"Voy a ponerme muy pesado para ayudar a Lorca, de hecho ya tenemos varias ideas en las que pretendemos embarcar a un montón de amigos, con lo que pretendemos que además de ayudar económicamente también se dé un apoyo anímico, porque en lugares como éste se siente el silencio de los que han perdido toda su vida", ha agregado.

El alcalde, Francisco Jódar, ha agradecido la solidaridad del cantante y ha dicho: "Desde la misma noche de los terremotos, nos mostró su apoyo y preocupación".

La ciudad de Lorca sufrió el pasado 11 de mayo dos terremotos que causaron la muerte de nueve personas, importantes destrozos en el patrimonio histórico y centros sociales, educativos y sanitarios, así como en la mayor parte de sus edificios, lo que ha obligado a la demolición de unas 700 viviendas.

Según fuentes municipales, los daños están valorados en unos 1.000 millones de euros.