Amnistía pide a Irán que proteja la integridad de sus presos políticos

Londres, 2 nov.- Amnistía Internacional pidió hoy a Irán que garantice la integridad de sus reclusos después de que cinco presas políticas hayan comenzado una huelga de hambre por los supuestos abusos que sufrieron en una prisión de Teherán.

"Las autoridades iraníes deben proteger a todos los detenidos y presos del acoso y el tratamiento degradante", reza un comunicado de la organización, que da cuenta de las acusaciones de las reclusas contra varias celadoras de la prisión de Evin.

Las mujeres, que son activistas y periodistas, aseguran que fueron objeto de "cacheos humillantes y degradantes" y que les fueron confiscados algunos de sus objetos personales el pasado martes.

La huelga de hambre, prometen, continuará hasta que las autoridades penitenciarias pidan disculpas formalmente, garanticen que los incidentes no volverán a ocurrir y devuelvan los objetos personales a las presas.

"Las autoridades deben investigar y detener a las personas responsables para que declaren. Las normas internacionales de derechos humanos establecen que los reclusos no deben sufrir tortura u otro tipo de maltrato", indicó Ann Harrison, directora del programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Las reclusas son las periodistas Shiva Nazar Ahari, Zhila Bani Ya'ghoub y Mhasa Amrabadi, y las activistas Zhila Karamzadeh-Makvandi y Bahareh Hedayat.

"Estas mujeres están retenidas solamente por ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, asamblea y asociación. No deberían estar en prisión ni ser sujeto de tratamiento degradante. Deben ser liberadas de manera inmediata e incondicional", denunció Harrison.

El comunicado de la organización también se hace eco del caso de la abogada Nasrin Sotoudeh, presa en la misma cárcel, que lleva en huelga de hambre desde el 17 de octubre en protesta por un supuesto acoso a su familia y por restricciones en los derechos de visita.

Según Amnistía, desde su arresto en 2010, Sotoudeh -recién galardonada por el Parlamento Europeo con el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia- pasó un largo período en confinamiento solitario y ha sido privada con regularidad de encuentros con su familia, incluidos sus dos hijos, y de llamadas telefónicas a otros parientes.

"Las autoridades no deben bloquear las visitas a prisión ni tomar otras medidas de castigo contra aquellos que se encuentran en huelga de hambre", agregó Harrison.

Asimismo, la representante de Amnistía recordó que las huelguistas deben tener garantizado el acceso a un tratamiento médico que "respete los principios de confidencialidad, autonomía y consentimiento informado".