Andalucía. Denuncian a la junta por la muerte de un paciente a quien se le cortó la femoral durante una operación de fémur


La Asociación El Defensor del Paciente ha presentado una denuncia contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por el fallecimiento de un hombre a los 64 años de edad, al que se le cortó la arteria femoral durante la extirpación de un fragmento de fémur infectado, según la asociación.

Según informa la asociación, L.H.O., natural de Chiclana (Cádiz), acudió en febrero de 2011 a Urgencias del Hospital Universitario de Puerto Real por presentar una úlcera infectada en la cadera.
Allí le indicaron que debía ser ingresado en el centro, pues llevaba varias semanas con fiebre constante. Su estado febril coincidía con la fístula en la cadera derecha, que tenía que ser analizada, evaluada y curada con antibióticos, aunque existía la posibilidad de que hubiera que operar.
Al cabo de tres días de ingreso, el paciente contrajo una neumonía hospitalaria, lo que le provocó dificultades respiratorias y gran cantidad de mucosidad. Tras tres semanas en tratamiento de antibióticos para paliar la infección y sin resultados, los médicos le comunicaron que era necesario intervenir quirúrgicamente, ya que no lograban acabar con la infección de la úlcera.
Los facultativos explicaron al hombre que la intervención consistía en extirpar el trozo de fémur que estaba infectado y que dispondrían de dos bolsas de sangre durante la operación por si tuvieran que hacer uso de ellas, aunque dejaron claro que no se trataba de una operación de alto riesgo.
Tras la operación, los médicos se reunieron con la familia para informarle de que ésta había salido bien, que el paciente estaba estable, que en pocas horas podrían subirlo a planta y que al cabo de tres semanas de recuperación recibiría el alta. Añadieron que había ocurrido un pequeño incidente, sin especificar en qué había consistido.
Más tarde, uno de los médicos comunicó a la familia que habían seccionado la vena femoral y diversas venas muy finas que al cortarse se retraen y esconden en los músculos. Por este motivo, tuvieron que contactar con el cirujano general, puesto que no había cirujano vascular en este hospital, para que le hiciera las ligaduras de la arteria y tardó más de cuatro horas en llegar, lo que fue crucial para el paciente, ya que durante todo ese tiempo la vena femoral la tuvieron pinzada.
Debido a este contratiempo, el hombre perdió gran cantidad de sangre, lo que le ocasionó un shock hipovolémico que obligó a realizarle una transfusión de cuatro bolsas de sangre, de las cuales sólo dos estaban preparadas. Finalmente, tras 36 días de agonía, el paciente falleció el 17 de marzo de 2011.

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