Andalucía obtiene la licencia de explotación para una nueva molécula en el tratamiento de la encefalopatía hepática


La Consejería andaluza de Salud ha licenciado la explotación de una nueva molécula que se aplicará en el tratamiento de la encefalopatía hepática, un síndrome neuropsiquiátrico que afecta a pacientes con patologías asociadas a daño en el hígado y que se estima afecta a más de 60.000 personas en España.
Esto se traduce en el acuerdo alcanzado con una empresa, que ha visto el interés del hallazgo científico, lo que permitirá seguir avanzando en los estudios, y supone, por ende, un respaldo a la labor investigadora del equipo, según informa la Junta andaluza.
El trabajo, que se inició hace una década, está liderado por Manuel Romero, director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Digestivas del hospital sevillano de Valme, en colaboración con el Departamento de Química Orgánica y el Departamento de Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla y del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) de Enfermedades Hepáticas y Digestivas.
Una colaboración que, según el propio investigador principal, "ha sido crucial para poder desarrollar el trabajo y obtener esta nueva molécula". Más de una decena de profesionales se ha involucrado en este proyecto de investigación que ha despertado el interés de la empresa biotecnológica Janus Development, entidad licenciataria.
Esta empresa, con sede en Barcelona y adscrita a la Bioincubadora PCB-Santander, tiene como socios financieros a Ferrer Internacional, Enantia y Catalunya Caixa.
En la actualidad, desarrolla 11 proyectos, colabora en la definición e implementación de la estrategia de investigación y desarrollo de varias empresas y fundaciones (entre ellas la Fundació Pasqual Maragall) y dirige empresas biotecnológicas como Archivel Farma -responsable del desarrollo de la vacuna RUTI contra la tuberculosis latente, actualmente en ensayos clínicos en pacientes en Sudáfrica-.
La nueva molécula tiene la capacidad de inhibir la actividad de la proteína glutaminasa, responsable del incremento de amonio en el cuerpo humano y principal causa de aparición de la enfermedad. Según explica Romero, se ha estudiado en cultivos celulares y han detectado que tiene un comportamiento óptimo y, a pesar de que su desarrollo se encuentra aún en una fase muy incipiente, la iniciativa privada ha valorado licenciarla para seguir estudiándola y poder llevarla al último término de la cadena de valor: al mercado.
En estas fases de estudio venideras trabajarán juntos tanto el grupo de investigación como los profesionales de la propia empresa.
UNA PARTÍCULA ENTRE MÁS DE 13.000
El hallazgo de esta nueva molécula ha supuesto un hito importante para los investigadores, ya que para llegar hasta ella han analizado y estudiado más de 13.000 compuestos del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia.
"Cuando la Universidad de Sevilla nos ofreció estudiar otros 50 no teníamos muchas esperanzas y, finalmente, lo logramos al probar la número 17", asegura el investigador.
La molécula THDP-17 resultó ser capaz de inhibir la actividad de la glutaminasa en un 40%, un dato muy positivo "puesto que no se trata de anular su actividad por completo, sino de limitarla". Los expertos han visto, además, que la molécula no presenta toxicidad en su actividad, otra característica más que avala su potencial en estudios posteriores para el tratamiento de la encefalopatía hepática.
Esta enfermedad deriva de la cirrosis hepática (una enfermedad del hígado), dolencia que afecta a unas 200.000 personas en España y de la que se piensa que un tercio padece encefalopatía hepática.
Según Romero, esta patología es muy dura para quienes lo padecen porque presenta un complejo cuadro neuropsiquiátrico con alteraciones del comportamiento, desorientación, descoordinación, etcétera.

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