Aranda y Peñafiel celebran la Bajada del Ángel, un ritual de sabor medieval

  • Aranda de Duero (Burgos) y Peñafiel (Valladolid) han celebrado hoy, en un mediodía lluvioso, la Bajada del Ángel, un ritual que procede del medievo y en el que un ángel-niño alivia el luto de la Virgen.

Aranda de Duero (Burgos)/Peñafiel (Valladolid), 20 abr.- Aranda de Duero (Burgos) y Peñafiel (Valladolid) han celebrado hoy, en un mediodía lluvioso, la Bajada del Ángel, un ritual que procede del medievo y en el que un ángel-niño alivia el luto de la Virgen.

La Bajada del Ángel, así denominado, es un ritual que en su actual forma evoca los autos sacramentales del medievo, concebidos entonces para la instrucción religiosa del pueblo a través de alegorías y una puesta en escena que ha perdurado en el tiempo y renuevan cada año los vecinos de esas poblaciones.

La fina lluvia que ha caído en Aranda de Duero, desde primera hora de esta mañana, no ha impedido que el ángel, en esta ocasión la niña de seis años, Laura Brogeras, haya retirado el luto a la Virgen.

Los cofrades habían tomado la decisión de celebrar la ceremonia, para lo cual habían previsto la utilización de plásticos.

Esta tradición se ha escenificado, como cada año, desde la fachada de la iglesia de Santa María la Real, donde la pequeña se ha introducido en un globo suspendido de una soga y recorrido así la plaza situada frente al templo.

Al pasar sobre la imagen de Nuestra Señora de la Misericordia, llevada a hombros y con su cabeza cubierta con un velo negro como señal de luto, el globo se ha abierto y el Ángel, sujeto con un arnés, se ha descolgado hasta aliviar el luto a la Virgen en señal de alegría por la resurrección, a la vez que ha liberado dos palomas.

Julio Saeta, presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de la Misericordia, que organiza esta representación a caballo entre la liturgia y la tradición, ha asegurado a Efe que no tienen constancia del momento en que comenzó en Aranda de Duero.

La centenaria plaza del Coso en Peñafiel, con el castillo del infante Don Juan Manuel como testigo, ha celebrado también este sorprendente ritual que atesora valores históricos, religiosos y etnográficos, a pesar de la intermitente lluvia que no ha podido empañar la alegría de los cientos de asistentes a la representación.

Una niña, al igual que en Aranda, ha representado el papel del Ángel que ha susurrado la noticia de la Resurrección a la Virgen, llevada en procesión hasta el centro de la plaza, y posteriormente le ha retirado el velo negro que recubría por completo la imagen, desde la cabeza a los pies.

Un sistema de poleas móviles ha permitido el deslizamiento del Ángel a través de un cable tendido entre dos torres profusamente decoradas.

Se ha desplazado oculto en un globo que, al descender en la vertical de la imagen mariana, se ha abierto para que el Ángel descendiera, en una escenografía muy parecida a la que cada año, por la festividad de la Asunción, acoge el templo mayor de Elche en su prestigiosa fiesta del Misterio.

Una salva de aplausos ha rubricado este momento cumbre antes de que la procesión retornara a su templo de origen para dar por finalizada así la Semana Santa de Peñafiel, de Interés Turístico Nacional en lo que a este ritual se refiere, documentado en el siglo XVIII, aunque no es único en España, ya que también goza de fama y tradición en Tudela (Navarra). EFE

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(foto de Aranda de Duero)

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