Aumenta la tensión en comunidad sectaria del occidente de México

  • La tensión aumentó este fin de semana en Nueva Jerusalén, en el occidental estado mexicano de Michoacán, a raíz de la intención de las autoridades de reanudar las clases a estudiantes locales pese a la oposición del grupo dominante en la comunidad sectaria.

Morelia (México), 9 sep.- La tensión aumentó este fin de semana en Nueva Jerusalén, en el occidental estado mexicano de Michoacán, a raíz de la intención de las autoridades de reanudar las clases a estudiantes locales pese a la oposición del grupo dominante en la comunidad sectaria.

Nueva Jerusalén se ubica en el municipio de Turicato y cuenta con 3.000 habitantes, divididos entre quienes buscan rescatar la vida "tradicionalista religiosa" y siguen estrictas reglas de conducta, y una minoría más moderada.

En julio pasado, cientos de los residentes destruyeron siete aulas de educación preescolar, primaria y secundaria, donde estudiaban 250 niños de la facción minoritaria.

Lo anterior reavivó la violencia entre los dos grupos, provocando conatos de violencia en la comunidad.

Jesús Reyna García, secretario de Gobierno de Michoacán, aseguró el viernes que los 250 estudiantes de esos niveles podrán tomar clases a partir de este lunes, o a más tardar el martes, en una escuela de la comunidad vecina denominada La Injertada.

"El Gobierno tiene la obligación de ofertar la educación. Esa es nuestra obligación y hemos dicho que la solución al problema educativo en Nueva Jerusalén debe de ser de tal manera que no aporte una mayor fragmentación de la vida social que ya hay", dijo.

Maestros que impartían clases en Nueva Jerusalén y afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE, organización escindida y rival del poderoso sindicato magisterial del país) advirtieron que no permitirán que sus alumnos reciban clases fuera del poblado, intensificando la amenaza de nuevos episodios de violencia.

Nueva Jerusalén está en el municipio de Turicato, a 126 kilómetros de Morelia, capital del estado y, de acuerdo con un libro editado por los religiosos del lugar, comenzó a edificarse después del 13 de junio de 1973.

En esa fecha, la Virgen del Rosario supuestamente se apareció por primera vez en el lugar denominado El Callejón, ahora la Ermita Sagrada, a una mujer llamada Gabina Sánchez.

Gabina Sánchez dio el mensaje al entonces obispo Nabor Cárdenas de la arquidiócesis de Tacámbaro, a la que pertenece Turicato, quien desconoció a la Iglesia Católica y fundó Nueva Jerusalén bajo la consigna: "El mundo está perdido y se va a perder".

Cárdenas fue excomulgado por el Vaticano y popularmente llegó a ser conocido como "Papá Nabor", mientras que Gabina Sánchez asumió el nombre de "Mamá Salomé" tras convertirse en "vidente" y supuesta interlocutora de la Virgen.

Papá Nabor y Mamá Salomé ordenaron a los entonces 9.000 habitantes, provenientes de todo el país, orar en grupos por la salvación del mundo.

En 1982, Mamá Salomé fue relevada como vidente por Mamá María de Jesús, una monja que junto con 200 de sus compañeras abandonó un convento para sumarse a la comunidad.

Las pugnas por el poder, que ponían en riesgo el liderazgo de Papá Nabor, derivaron en la expulsión, ese mismo año, de 4.000 de los habitantes, que entonces oraban las 24 horas del día.

A fines de la década de 1990, lugareños denunciaron ante autoridades estatales que la comunidad se convirtió en refugio de la hoy extinta banda "Gavilla de los 30", un grupo armado de presuntos sicarios, asaltantes y narcotraficantes de la región.

Entre los integrantes de ese grupo figuraba Agapito Gómez Aguilar, quien a la postre se convirtió en vidente de la comunidad. Gómez falleció a los 76 años el 27 de septiembre de 2008.

Papá Nabor murió a los 95 años en febrero de ese mismo año, aunque antes recibió el perdón de la Iglesia Católica por el obispo Luis Castro.

Lo sucedió el actual líder religioso que se hace llamar "San Martín de Tours", cuyos seguidores fueron quienes destruyeron las aulas en la localidad.

El 15 de mayo de 2005, Bartolo Eugenio Cruz, quien con varios lugareños denunció ante la policía los delitos de acopio de armas, tráfico de drogas, secuestro y violación perpetrados presuntamente por Gómez Aguilar y un grupo de seguidores, fue asesinado a balazos cuando salía de orar de la Ermita Sagrada.

Autoridades federales y estatales tardaron más de 24 horas en ingresar a la zona, tiempo que de acuerdo con familiares de la víctima fue utilizado para sacar armas, drogas e, incluso, una avioneta de la localidad.

Mostrar comentarios