Austria refuerza los controles fronterizos, los países europeos dividos sobre acogida de migrantes

  • Austria aumentó los controles cerca de la frontera para luchar contra el tráfico de personas, provocando largas filas en las carreteras este lunes, en un momento en que Europa se muestra dividida sobre cómo gestionar la crisis por la llegada de miles de inmigrantes y refugiados

Las autoridades austríacas han reforzado los controles de seguridad desde que la semana pasada encontraron un camión abandonado con 71 migrantes muertos a bordo, cerca de la frontera con Hungría.

Desde el domingo, más de 200 migrantes han sido recogidos y cinco personas han sido arrestadas acusadas de tráfico de personas. En tanto, la policía detuvo dos trenes donde viajaban cientos de migrantes, la mayoría de ellos procedentes de Siria, que habían salido de Hungría, pese a que no contaban con un visado.

En el estado de Alta Austria, 93 supuestos traficantes han sido detenidos este año, pero las autoridades estiman que la mayoría han logrado escapar.

Según las reglas que rigen el asilo en la Unión Europea, los refugiados deben registrarse en el primer país de llegada, pero Hungría esgrime que no puede hacer frente al flujo de migrantes.

Europa es escenario del mayor movimiento migratorio registrado en el continente desde la Segunda Guerra Mundial. Unas 300.000 personas llegaron a territorio europeo este año, en su mayoría procedentes de países en guerra, como Siria.

La mayoría huye de la guerra y de la persecución en Medio Oriente y en África y se estima que este año 2.500 personas han muerto intentado cruzar el Mediterráneo.

Esta situación ha provocado tensiones en las relaciones entre los países europeos.

Los países europeos, exhortados por Bruselas a respetar sus "valores de humanidad", mostraban el lunes sus divisiones acerca de la gestión de la crisis.

Se trata de una "crisis mundial" que "requiere una respuesta conjunta europea", indicó el lunes el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

Agregó empero que las cifras de inmigrantes son asumibles para "un conjunto de 500 millones de habitantes".

El comisario hizo el anuncio en una conferencia de prensa junto con el primer ministro francés Manuel Valls, con quien visitaba Calais, ciudad del norte de Francia, en la que se encuentran bloqueados miles de inmigrantes que desean instalarse en el Reino Unido.

"No expulsaremos nunca a quienes necesitan protección", recalcó Timmermans, quien anunció la UE dará a Francia una ayuda suplementaria de 5 millones de euros para hacer frente a la situación de los inmigrantes en Calais.

La ministra austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner, abogó el lunes en favor de una "reducción", o hasta de una "supresión", de las ayudas dadas por Bruselas a los países de la UE que rehúsan recibir más refugiados.

La mayoría de los migrantes llega a Italia y a Grecia y desde allí intenta avanzar hacia los países ricos del norte de Europa.

Alemania, que recibirá 800.000 solicitantes de asilo en 2015, es decir cuatro veces más que en 2014 y más que cualquier otro país de la UE, reclama un mejor reparto de los refugiados entre los países europeos. que se muestran divididos sobre la cuestión.

La Comisión Europea desea también repartir a los solicitantes de asilo entre los países miembros para aliviar a los países de llegada. Ese reparto, sobre una base voluntaria, es frenado por la negativa de varios países, entre ellos Austria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia.

En los próximos días, los primer ministros de Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa se reunirán en Praga para abordar el tema en una cumbre extraordinaria.

El tema es también objeto de debates internos en diversos países europeos.

El lunes, el diario polaco Gazeta Wyborcza criticó asimismo la actitud de la sociedad polaca al respecto. "El egoísmo xenófobo de los polacos aparece claramente. ¿Por qué los políticos polacos no tienen la valentía de oponerse a él?", plantea el periódico.

En Francia, declaraciones hechas el fin de semana por Valls en favor de los refugiados le valieron críticas de la oposición de derecha y de extrema derecha.

La cuestión de los migrantes será objeto de una reunión ministerial de la UE el 14 de septiembre.

Entre tanto, en la "ruta de los Balcanes", miles de personas, principalmente procedentes de Siria, Irak y Afganistán, siguen tratando de llegar al espacio Schengen a pie, en autobuses o en trenes.

En el sur de Serbia, en un centro de acogida de inmigrantes en Presevo, Samar, una siria de 40 años, madre de dos adolescentes, explica que lo peor del viaje es la humillación.

"Estamos en un laberinto, de una cola de espera hacia otra, y ahora aquí en Serbia, la policía nos grita como si fuéramos animales", dice entre lágrimas esta refugiada que huyó de Damasco.

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