Botxoman es el primer superhéroe vasco, pero no uno cualquiera, sino uno que viste con máscara de lucha mexicana y aquella camiseta del Atleti que dio mucho que hablar, la de Darío Urzay, esa que se asemejaba a manchas de ketchup y que desató tanto críticas como alabanzas.
El Correo cuenta de este superhéroe que le gusta terminar de vestir su look con unas mallas negras y, más que un calzoncillo, unos dodotis gigantes, para hacer la vestimenta más completa.
"Más que casta me considero casta", ha relatado este peculiar justiciero a este diario. El mismo asegura, "tan pronto rescato un gatito como bailo un aurresku", unas sentencias difíciles de olvidar, sin duda.
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