Madrid, 3 ago.- La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado, con la detención de 35 personas, una organización criminal especializada en introducir en España hachís procedente de Marruecos que robaban a otros narcotraficantes.
En un ajuste de cuentas entre ambas organizaciones después de uno de los robos, los narcotraficantes secuestraron a varias personas, entre ellos dos niños.
En la operación se han intervenido 1.230 kilos de hachís que el grupo tenía oculto en una "guardería", donde también se ha encontrado un fardo con una baliza de posicionamiento por satélite.
Según han informado ambos cuerpos en un comunicado, la organización infiltraba a algunos de sus miembros en otros grupos de narcotraficantes para sustraer la droga, ubicar localizadores en el estupefaciente e incluso se disfrazaban de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para incautar hachís.
Uno de estos "vuelcos", en el que la organización robó a otra 1.230 kilos de hachís, provocó que los propietarios de los estupefacientes contrataran a un grupo de "matones a sueldo" que secuestró en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) a un varón, su hija de ocho años y su sobrina de nueve con el fin de "ajustar cuentas entre organizaciones".
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