California sigue luchando contra una veintena de voraces incendios

  • California seguía luchando este lunes contra una veintena de incendios voraces que han obligado a desalojar a miles de personas en este Estado víctima de una sequía histórica.

Más de 9.300 bomberos están desplegados por todo el territorio, donde ha sido declarado el estado de emergencia, para contener el avance de las llamas en 21 focos. Pero aunque logran extinguir algunas, empiezan otras debido a las condiciones adversas.

Los miles de rayos que caen sobre California desde la semana pasada han dado pie a una multitud de pequeños incendios, avivados por las altas temperaturas, el viento y los terrenos secos.

El fuego de Chorro (Chorro Fire, en inglés) se convirtió la tarde del domingo en el último contra el que hacen frente las autoridades estadounidenses, que ha abrasado 30 hectáreas del condado de Ventura.

Pero el más virulento de todos sigue siendo el incendio de Rocky (Rocky Fire), que hasta ahora ha arrasado más de 24.200 hectáreas y sólo está controlado en un 12%.

Este incendio "se mueve realmente rápido y supone el mayor desafío" para los contingentes, según las palabras del responsable de comunicación del departamento CalFire, Daniel Berlant, a la cadena CNN.

Las llamas afectan los condados de Colusa, Lake y Yolo, situados al norte de Sacramento, la capital estatal, y han forzado la evacuación de más de 13.100 personas.

Solo en ese foco las autoridades han movilizado a 2.983 bomberos, que se enfrentan a un terreno escarpado y de difícil acceso.

A pesar de todos los esfuerzos por mitigar su avance, el fuego de Rocky ha calcinado 50 estructuras, de las cuales 24 eran viviendas, y amenaza a más de 6.000 edificaciones.

También ha obligado a cerrar varias autopistas y desalojar a animales en peligro.

La brutal sequía que padece el estado desde hace cuatro años está favoreciendo la proliferación y descontrol de incendios.

"La sequía tiene un papel muy importante", recordó Berlant. "En estos cuatro años, nuestra vegetación, nuestros árboles y nuestros matorrales se han convertido en yesca".

La gravedad de la situación y la muerte de un bombero el jueves obligó al gobernador Jerry Brown a declarar el estado de emergencia la semana pasada para disponer de todo el presupuesto y material necesario.

"Nuestros bomberos están en primera línea y haremos cualquier cosa para ayudarlos", afirmó.

En su opinión, el avance de las llamas en el incendio de Rocky supone "un nivel histórico de propagación".

Las condiciones meteorológicas seguirán siendo adversas durante lo que queda de verano boreal, con mínimas de humedad y picos de calor.

spc/ja

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