Carlos Iglesias vuelve a Suiza con la comedia "2 francos, 40 pesetas"

Madrid, 4 oct.- Carlos Iglesias vuelve a la dirección con la segunda parte de su exitosa "Un franco, 14 pesetas", que fue vista por más de diez millones de personas, y que ahora "cierra el círculo" con "2 francos, 40 pesetas", donde el protagonista es el hijo del emigrante Martín, que regresa a Suiza a buscar sus raíces.

Según ha explicado Iglesias en una rueda de prensa a la que acudió con un parte del elenco de la película para celebrar el fin del rodaje, retomó la historia de la primera por sugerencia de un seguidor de su cuenta de Twitter, pero esta vez lo hizo en tono de comedia, después del drama que fue "Ispansi", rodada entre ambas.

Ocurre que la película sucede siete años después de "Un franco, catorce pesetas" en la realidad y en la ficción, donde corre 1974, "un año importante porque se vivió una de las crisis energéticas más importantes de la historia", creando, en parte, una situación parecida a la que se vive hoy, señala Iglesias.

"Muchos españoles que habían vuelto a España, como mi padre, en 1966, se replantearon en esa época volver a emigrar, y eso es precisamente lo que está ocurriendo ahora", comenta el director, también guionista de la cinta.

Y explica que, sólo en el cantón suizo en el que se rodó la película habían regresado en el último año y medio "23.000 españoles que estuvieron hace siete y diez años. O sea -apunta-, nosotros estamos siempre en crisis y la crisis siempre les ocurre a los mismos".

Pero esta película, que "es menos social" que la primera, también dice "verdades como puños", añade el director, empeñado en contar "cómo éramos nosotros y cómo eran ellos" y en reirse de españoles y suizos por igual.

"Lo que viene a decir la película es que si salimos de aquella, vamos a salir de esta, y en ese sentido, es amable porque abre una puerta a la esperanza y recuerda que España ha pasado muchas veces por situaciones similares", resume Iglesias.

Contada desde las varias historias que les suceden a cada uno de los personajes y que confluyen en el bautizo de una nueva niña que han tenido Marcos (Javier Gutiérrez) y Mari Carmen (Ángela del Salto), la cinta está "más cerca de las historias de Berlanga", del neorrealismo italiano o de los guiones de Azcona: "Acuérdate de 'Plácido', donde al final, todo se precipita", sugiere Iglesias.

Esta vez el protagonista es Pablo, el hijo de 18 años de Martín, que toma el InterRail con su amigo Juan para regresar a Suiza y, a la vez, los padres intentan ver si pueden volver a emigrar allí.

"Pero ya no es lo mismo, allí hay un grupo, el 'Arroyo negro' que intenta echar del país a los inmigrantes y en Suiza las cosas tampoco van tan bien", narra Iglesias.

Aunque la película ocurre íntegramente en 1974, hay un epílogo que llega "justamente hasta noviembre de 1975", cuando se produjo la muerte de Francisco Franco.

Producida por GONA, reúne al mismo reparto de la primera, con Nieve de Medina (Pilar), Isabel Blanco (Hanna), Isabel Stoffel (Erika) o Eloisa Vargas (Luisa), al que se unen nuevos personajes: Adrián Expósito (Pablo), Luisber Santiago (Juan), Tina Sainz (Hortensia) y Roberto Álvarez (Arturo), además de la colaboración de Lolita Flores.

La película, en fase de montaje, ha sido rodada en seis semanas, cuatro de ellas en el cantón suizo de San Gallen, que junto con la televisión suiza y el valle de Toggenburg, han colaborado económicamente.

"Lo más difícil de hacer una película siempre es conseguir el dinero, y cada mes que pasa es peor", comenta Iglesias, quien está convencido de que "llegará un momento en que será imposible hacer una película y lo único que sabremos será de las costumbres de Ohio, Tennesse o Nueva York -ironiza-, pero no sabremos nada de nosotros mismos".

La intención, ha dicho Iglesias a Efe, es estrenarla en primavera, en el próximo Festival de Cine Español de Málaga, donde ya se estrenó con éxito "Un franco, 14 pesetas".