Cataluña reconoce como "autoridad pública" a los directores de colegio


El Gobierno catalán ha aprobado hoy el decreto de la dirección de los centros educativos públicos, que fortalece la figura del director otorgándole más competencias y más responsabilidades para liderar proyectos educativos sólidos para sus centros. El decreto reconoce al director como "autoridad pública", por lo cual disfruta de la presunción de veracidad en sus informes y de cumplimiento de la norma en sus actuaciones.
El nuevo decreto no establece un único modelo para la dirección de centros, sino que abre las vías para que sea cada equipo directivo el que decida la mejor opción según las características de su centro.
En la misma línea que el decreto de autonomía de centros ya aprobado, la norma fortalece el papel del equipo directivo, dándole más capacidad de decisión, y, al mismo tiempo, fijando una evaluación más rigurosa de su tarea, a partir del control ejercido por el Consejo Escolar del centro y por el Departamento de Educación.
El acceso a la dirección de centro prevé un concurso de méritos con criterios objetivos y la valoración por parte de la comisión de selección del proyecto de dirección que cada candidato tiene que presentar.
También incluye el incremento de las atribuciones del director en cuanto a gestión pedagógica, económica y administrativa y la creación de la figura del directivo docente profesional (más exigente que el actual) para determinados centros.
Por otra parte, el decreto destaca la función de liderazgo pedagógico de la persona que ejerce la dirección de centro. Establece que el director tiene que liderar la comunidad escolar del centro a la hora de aplicar el proyecto educativo y de elaborar las actualizaciones del proyecto.
Estas actualizaciones tendrán como objetivo adaptar el proyecto a las necesidades educativas del centro en cada momento, con el fin de avanzar en la mejora de resultados de los alumnos.

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