Cerca de 40.000 menores espera una familia de acogimiento, pero sólo el 8% lo conseguirá


Cerca de 40.000 menores esperan una familia de acogimiento, pero sólo el 8% logrará abandonar la institución en la que está acogido y poder vivir en familia, según explicó a Servimedia José Manuel Morell, licenciado en Psicología por la Universidad de Granada y coautor del libro 'Un hogar para cada niño. Programa de formación y apoyo para familias acogedoras', editado por la UNED y en el que también han participado expertos de Aldeas Infantiles SOS.
Estos niños están bajo la protección de la Administración bien porque sus familias biológicas no pueden hacerse cargo de ellos por falta de recursos, bien porque han sido abandonados o porque sus progenitores padecen adicciones a sustancias tóxicas y la Administración se hace cargo de su tutela para que no estén desamparados.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad trabaja en un anteproyecto de ley que pretende impulsar las 'familias canguro profesionales', es decir, que cobren de la Administración por hacerse cargo de los niños, como ocurre en países como Estados Unidos.
"El anteproyecto aún tardará", explicó Morell, quien agregó que en Andalucía y en el País Vasco ya hay experiencias de acogimiento profesionalizado, que no están dando aún muy buenos resultados. "Es complejo encontrar un prototipo de 'familia profesional' que acoja niños. Al menos uno de los progenitores tiene que estar muy bien capacitado para solventar las situaciones que se le van a presentar. En Andalucía, que es el caso que yo conozco, las ayudas por parte de la Administración no están llegando. Es como con la Ley de Dependencia, una cosa es la teoría y otra la práctica", añadió.
Por esto, ONG como Aldeas Infantiles SOS, en la que trabaja Morell como director de su Escuela Nacional de Formación, está poniendo en marcha planes pilotos de acogimiento, como en Cataluña, donde 90 niños empezarán a vivir con familias este año.
Asimismo, desde hace cuatro años Aldeas colabora con la Xunta de Galicia en un programa de apoyo y seguimiento de acogimientos en familia extensa, es decir, con miembros de la familia de origen del menor, "con resultados positivos", y con Canarias participa en programas de acogimiento en familia ajena a la biológica.
Sobre cuántos acogimientos resultan fallidos, Morell sostiene que no hay datos oficiales, pero reconoce que el tanto por ciento es alto porque, como dice Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS, en el prólogo del libro 'Un hogar para cada niño', "una actitud positiva no es suficiente para acoger un niño. Las familias, antes de hacerse responsables de un acogimiento, necesitan formación. El acogimiento es un servicio planificado, porque debe establecer un plan de actuación con unos objetivos definidos. Creemos que la formación y el apoyo a las familias acogedoras es imprescindible para mejorar la calidad de vida de los niños".

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