Cerro deja la UCI y ya "sólo piensa en volver a torear", según Ortega Cano

  • El novillero Rafael Cerro, operado ayer de urgencia de rotura de bazo, ha abandonado hoy la UCI del hospital burgalés de los Santos Reyes de Aranda de Duero y ya "sólo piensa en volver a torear cuanto antes", señaló hoy a Efe su apoderado, José Ortega Cano.

Madrid, 18 ago.- El novillero Rafael Cerro, operado ayer de urgencia de rotura de bazo, ha abandonado hoy la UCI del hospital burgalés de los Santos Reyes de Aranda de Duero y ya "sólo piensa en volver a torear cuanto antes", señaló hoy a Efe su apoderado, José Ortega Cano.

"Físicamente le he notado molesto y muy cansado, algo normal por la gravedad de la lesión que ha sufrido, pero mentalmente está perfecto, como loco por ponerse otra vez delante del toro. No para de preguntar cuándo podrá volver a entrenar y cuántos festejos se va a perder por culpa de este contratiempo", manifestó Ortega Cano.

Cerro descansa ya desde primera hora de esta tarde en una habitación de planta de este centro hospitalario burgalés, después de que le hayan retirado los drenajes y de que los doctores "hayan visto que todo evoluciona bien, que no hay hemorragias ni fiebre", apostilló el apoderado.

"Rafael es un chico joven y muy fuerte, fundamental para que su recuperación sea más pronta y satisfactoria, porque hay que reconocer que ha tenido muchísima suerte, ya que los médicos han conseguido reconstruir el bazo y no se lo han tenido que extirpar, pues hubiera sido el fin de su carrera", aseguró Ortega Cano.

No obstante, los doctores aún no se arriesgan a establecer plazos concretos acerca de su total recuperación.

"Por lo pronto nos han dicho que tenemos que esperar unas 72 horas para ver cómo sigue evolucionando. Si no hay sangrados y todo va como debería ir, a principios de esta semana le darán el alta y en unos quince o veinte días estará otra vez en los ruedos", afirmó el apoderado.

Rafael Cerro resultó arrollado por un novillo de Lorenzo Rodríguez Espioja el pasado jueves en la plaza de toros de Roa de Duero (Burgos) cuando epilogaba su primera labor de muleta por bernadinas.

El astado se lo llevó por delante y le propinó un golpe seco, y, aunque en un principio parecía que el torero no llevaba nada, pues incluso mató al novillo, le cortó las orejas, dio la vuelta al ruedo, toreó a su segundo oponente y salió a hombros de la novillada, al regresar al hotel comenzó a sentirse mal.

"Estaba quitándose la ropa, hablando de cómo había ido la tarde, tan normal, cuando de repente empezó a marearse, se le pusieron los ojos en blanco y cayó desplomado al suelo de la habitación. Un susto tremendo. Menos mal que la ambulancia llegó enseguida y lo llevaron al hospital de inmediato", recordó Ortega.

"Por fortuna todo ha quedado en un susto -apostilló finalmente Ortega-, ahora lo importante es que se recupere bien, porque le queda un final de temporada muy bonito, con tardes de mucha responsabilidad como Madrid y Sevilla. Dios quiera que todo salga como esperamos, porque está muy hecho y muy preparado para tomar la alternativa el próximo año".-

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