Cientos de mexicanos abarrotan San Patricio en honor a la Guadalupana

  • Con profunda fe, cánticos, flores y vivas a "Lupita", cientos de devotos mexicanos abarrotaron hoy la catedral católica de San Patricio en Nueva York para honrar a la Virgen de Guadalupe, patrona de su país y de América Latina.

Ruth E. Hernández Beltrán

Nueva York, 12 dic.- Con profunda fe, cánticos, flores y vivas a "Lupita", cientos de devotos mexicanos abarrotaron hoy la catedral católica de San Patricio en Nueva York para honrar a la Virgen de Guadalupe, patrona de su país y de América Latina.

Llegaron de todas partes de la ciudad, solos o con sus hijos, algunos vestidos como el indio Juan Diego y las niñas con ropa típica de diversas regiones mexicanas, para recibir hoy en la Quinta Avenida a la antorcha guadalupana que salió de México el pasado 22 de septiembre.

En el peregrinaje de 88 días participaron unos 8.500 "mensajeros por la dignidad de un pueblo aún dividido por la frontera" que, vestidos de blanco, llevaron la antorcha a través de 100 ciudades o estados de México y EE.UU.

Con danzas prehispánicas como la del "Tecuanis" (jaguar) y tambores, la antorcha guadalupana acompañada por las imágenes de la "Virgen morena", el indio Juan Diego y los "mensajeros por la dignidad de un pueblo" fueron recibidos frente a la catedral, ante la mirada de sorprendidos neoyorquinos y turistas.

"Se ve, se siente, Lupita está presente", repetían al unísono los peregrinos mientras sus compatriotas, algunos portando imágenes de la "Virgen del Tepeyac" y rosas para ella aplaudían en tributo a la guadalupana.

Como es costumbre, los mexicanos y otros devotos acuden ante la virgen a pedir favores o agradecerle, como hizo hoy Pilar Gerónimo, que llegó hasta la catedral vestida con ropa típica de México.

"No le vengo a pedir, sino a agradecerle lo que me ha dado, por mi familia, por tener salud, por mi trabajo. En México caminaba durante diez horas hasta la basílica de la Guadalupe", dijo Gerónimo, radicada en Nueva Yor desde hace doce años.

Para Jazmín, que nació en Nueva York pero dice ser de Puebla, como sus padres, rendir tributo a la Guadalupe y darle las gracias es algo que aprendió de niña.

Para no faltar a la importante cita "dije a mi jefa que llegaría más tarde", señaló.

Durante la misa presidida por las imágenes de la Guadalupe y Juan Diego, el obispo Josú Iriondo aseguró que, como ocurrió hace 481 años, cuando la aparición de la virgen en el cerro Tepeyac al indio Juan Diego cambió el curso de la historia en México, la Guadalupe cambiará nuevamente el curso de la historia.

"Ella sacará a los poderosos de los tronos, no importa dónde estén o quienes sean, no dejará impune a aquellos que explotan a los pobres y para justificarse criminalizan la pobreza. En muchas instancias, ser pobre es un crimen duramente castigado. Ustedes lo saben bien", señaló y les exhortó a luchar por sus derechos.

Dijo además a los mexicanos que "ustedes no vienen a quitar el pan a nadie", sino a amasarlo para que otros coman y que gracias a ellos "y de otros como ustedes muchos en EE.UU. viven cómodamente".

Los mexicanos pidieron durante el servicio por aquellos compatriotas que han caído víctimas de las drogas, el alcohol o las pandillas tanto en EE.UU. como en México en un servicio religioso que concluyó con la bendición de los niños.

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