Así serán las ciudades del futuro, según los arquitectos

Hablar de ciudades del futuro era, hace unos años, hablar de ciencia ficción pero hoy sorprendería saber la cantidad de diseños reales que existen para ciudades tecnológicas, sostenibles y propias de películas de ciencia ficción pero que, sin embargo, sus creadores aseguran que pueden ser viables y habitables.

¿Se imagina vivir en una ciudad flotante? Esa es la propuesta de Seasteading Institute, que ha encargado el diseño de una nueva urbe apta para que viva una nueva generación de ciudadanos que se convertirían, además, en pioneros de una nueva forma de Gobierno. Su nombre Artisanopolis.

La ciudad ha sido diseñada por Gabriel Scheare, Luke & Lourdes Crowley y Patrick White. Los artífices de este proyecto, quienes tuvieron la idean, hablan de una "visión audaz que tardara décadas en realizarse. "Nuestra estrategia actual se centra en el Proyecto de Ciudad Flotante, diseñada alrededor de las necesidades de los residentes potenciales y situada en las aguas territoriales de una nación anfitriona", comentan.

Una nación anfitriona, esa es la clave de todo el proyecto, peor no vale cualquiera tiene que estar dispuesta a otorgar autonomía política para llevar a cabo todo el proyecto, la visión global. Lo primero que hace falta, según los creadores, es que el proyecto sea sostenible tecnológica, legal y financieramente.

En otras palabras, el coste de vivir en el océano debe ser lo suficientemente bajo y las oportunidades de negocio prometedoras para que haya un incentivo económico, añade el instituto.

"Actualmente, el alto coste de la ingeniería supone una gran barrera y requiere alianzas internacionales. Nuestro plan es negociar con una nación anfitriona que nos otorgue máxima autonomia política a cambio de los beneficios económicos y sociales del proyecto", concluyen los responsables del proyecto.Artisanopolis es uno de los grandes retos y más innovadores de los últimos tiempos. Se trata de un megaproyecto que pretende crear una ciudad sobre plataformas flotantes en la Polinesia Francesa, en el medio del Océano Pacífico. Esta comunidad se abastecerá de energía autorregulada por la misma ciudad. Todo se crea y se destruye entre sus muros, convirtiéndose, o al menos esa es la intención de los diseñadores, en una urbe inteligente e hiperconectada como una “ciudad startup”La idea es crear una base de plataformas flotantes que conformarán una estructura gigante que irá fijada sobre el agua. Un muro flotante se encargará de marcar los límites de este nuevo modelo de ciudad. Sobre el papel se espera que esta ciudad sea un paraíso autosuficiente con centros hidropónicos para el cultivo y la cosecha de alimentos para autoabastecerse; desalinizadores para potabilizar las aguas; generación  de energía solar y eólica; recolección de residuos orgánicos a través de buques que los trasladarán a lugares de compostaje externa y reciclaje continuo.El presupuesto por ahora rondaría los 30 millones de dólares (27.812.550 euros), y se espera que esté finalizada para el año 2020. Vivir en Marte

Aunque no es estrictamente un concepto de ciudad, la superpoblación y la disminución continua de nuestro entorno están provocando futuristas ideas para explorar la posibilidad de convertir Marte en un lugar habitable. 

El año pasado, la NASA recibió más de 165 aplicaciones para crear una ciudad en Marte diseñadas para proteger a los humanos de los elementos duros del planeta rojo.

Una de las propuestas que tuvo más aceptación fue la del equipo Lava Hive  que propuso un hábitat construido con materiales reciclados y de naves espaciales. Thanks for all the support! #LavaHive is delighted to have placed third in the @NASA @3DPChallenge @ESA_EAC @esa pic.twitter.com/rZ391rTozI— LavaHive (@LavaHive) 27 de septiembre de 2015

Mientras tanto, el Equipo Gamma habla de robots semiautónomos preprogramados para construir sus hábitats antes de la llegada de los astronautas. "El diseño de los módulos de 93m² combina la eficiencia espacial con la fisiología y la psicología humana. Además podemos encontrar la superposición de espacios privados y comunales que están acabados con materiales blandos. Los entornos virtuales mejorados,ayudan a reducir los efectos adversos de la monotonía, para crear un ambiente de vida más positivo para los astronautas.

La propuesta que ganó el concurso, cuenta con una cúpula grande, inflable rodeada por una capa de hielo-impresa en 3D. El diseño es capaz de proteger la vida humana contra la radiación cósmica y solar.

El proyecto fue posible gracias a una campaña para recabar ideas creativas e innovadoras que buscaban la supervivencia humana de cara a las inminentes misiones tripuladas, pero la perspectiva de la creación de colonias humanas fuera del mundo no es muy descabellada.Ocean Spiral o la materialización de Atlantis

Mientras que la NASA está trabajando duro para averiguar cómo podemos asegurar la supervivencia humana fuera de la Tierra, los japoneses quieren vivir debajo del mar.

El estudio de arquitectura e ingeniería Shimizu está jugando con la posibilidad de construir una ciudad sumergida totalmente sostenible, respetuosa  con el medio ambiente. Afirman que aún tenemos que aprovechar los beneficios de vivir en aguas profundas de la Tierra, que dicen que "ofrece un enorme potencial para asegurar los ciclos y procesos eficaces y apropiadas en la biosfera de la Tierra."

Apodado el Océano espiral, se trataría de unas enormes esferas que contendrían una ciudad que albergaría a cinco mil personas y que funcionarían en la superficie del mar y sumergidas. Además, podrían resistir climas extremos y terremotos, los cuales son muy comunes en el país asiático. Las esferas tendrían un diámetro de 500 metros y estarían conectadas a un camino espiralado de 15 kilómetros que llevaría al suelo marino, el cual sería explotado por sus recursos. También afirmaron que tardarían cinco años en construirse, pero que la tecnología necesaria estaría lista en 15.

OAS1S

Pero existen otros modelos de ciudad del futuro como el denominado OAS1S. Se trata de un visión de futuro en el que se puede disfrutar de la exuberante vegetación de la selva sin tener que salir de la ciudad.

Su arquitectura básicamente reinventa el rascacielos tradicional y lo convierte en una construcción diferente, que cuenta con madera y hojas para reunir la luz del sol, recoger el agua, y proporcionan oxígeno. La empresa utiliza madera reciclada, aislamiento orgánicos de alto valor, paredes verdes, y triple acristalamiento en el diseño de sus fuera de la red, por tanto son casas autosuficientes.

Los proyectos piloto incluyen eco-resorts en Ontario, Canadá.