Colectivos sociales exigen tolerancia cero ante la "violencia acústica"

  • Insomnio, depresión, falta de deseo sexual.... Más de nueve millones de españoles sufren el segundo problema ambiental más grave para la salud tras la contaminación del aire: la "violencia acústica del ruido", ante la que colectivos sociales han exigido hoy "tolerancia cero" a las administraciones.

Madrid, 24 abr.- Insomnio, depresión, falta de deseo sexual.... Más de nueve millones de españoles sufren el segundo problema ambiental más grave para la salud tras la contaminación del aire: la "violencia acústica del ruido", ante la que colectivos sociales han exigido hoy "tolerancia cero" a las administraciones.

Hoy es el Día Internacional contra el Ruido, una afección que causa la pérdida de más de cien millones de años de vida por muertes prematuras en Europa, según un estudio publicado en 2012 por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

Con este motivo, la Plataforma Estatal contra el Ruido (Peacram), la organización Juristas contra el Ruido, la Fundación Vivosano y la Federación de Asociaciones para el Respeto Social y Urbano de Castilla y León han organizado un acto para exigir a las administraciones que apliquen la Ley estatal contra el Ruido y las normas regionales y locales contra "la más perversa" de las contaminaciones.

Agustín Bocos, presidente de Juristas contra el Ruido, ha recordado que la protección de los ciudadanos ante el ruido está "suficientemente recogida" en la legislación española, tanto en la propia Constitución, como la ley estatal y en otras de carácter regional, el problema es "que se incumplen".

En España los principales emisores de ruido, si se tiene en cuenta las denuncias ciudadanas, son los bares (que acumulan el 60 % de éstas), el tráfico, los aeropuertos y las obras.

El psicólogo especialista en contaminación acústica, Jesús Calvo, ha asegurado que una exposición continuada a un ambiente ruidoso provoca alteraciones psicológicas como irritabilidad, fatiga, cambios de humor, pérdida de ilusión, depresión o pérdida de deseo sexual, entre otros.

Los expertos coinciden en que los niños son los más afectados por este problema, que les causa falta de concentración, bajo rendimiento escolar, retraso en el aprendizaje e incomunicación.

Calvo ha advertido de que "cuando persiste la exposición al ruido, la agresión acústica va teniendo un efecto acumulativo, deja una impronta en el cerebro y puede tener consecuencias cuando el niño se hace adulto".

Y es que, "estar expuesto a un ambiente ruidoso no es una simple molestia sino una violación de los derechos más fundamentales a la salud y al descanso", ha subrayado Ignacio Saénz Cosculluela, presidente de Peacram.

Por eso, estos colectivos exigen a los ayuntamientos, la administración más cercana al ciudadano, una vigilancia y control "constante" ante la contaminación acústica tanto en locales de ocio, obras u hogares, con policías especialmente dedicados a combatir el ruido en el caso de las grandes ciudades.

Además, solicitan que haya educación contra el ruido en los colegios y campañas para que la gente que padece la contaminación acústica se atreva a denunciar este problema que en ningún caso es ni "natural" ni "inevitable".

Mostrar comentarios