¿Cómo sería oler a un ser querido que ha muerto? Una empresa francesa crea perfumes personalizados

Una empresa de perfumes francesa quiere recrear el olor de los seres queridos. Cuando el padre de Katia Apalategui murió hace siete años, a los 52 años, esta vendedora de seguros empezó a echar de menos el olor de aquel hombre que no salía de casa sin su perro y un toque de perfume 'Farenheit'.

La mujer, junto a su hijo Florian Rabeau, están a punto de lanzar 'Kalain', una nueva empresa para recrear y embotellar el olor de una persona fallecida, el cual se creará a partir de ropas usadas. Su creadora describe el producto a 'Vice News' como un "confort olfativo", espera distribuirlo a través de las funerarias.

El precio medio de un frasco es de unos 560 euros. Al parecer, según su creadora, exige un mercado para este producto, y no solamente durante el proceso de duelo. También considera que las personas separadas de sus mascotas, animales o seres queridos son potenciales clientes.La compañía abrirá en septiembre

Por ahora, la compañía, que abrirá de forma oficial en septiembre, solo tiene previsto recrear los aromas de "novios, novias, maridos, esposas e hijos". La creadora desarrolló su idea con el apoyo de la agencia de innovación regional Seinari.

Uno de sus trabajadores, que ha colaborado desde el inicio del proyecto con la creadora, afirmaba que la experiencia con los clientes había sido muy dispar: "O lo odias o te encanta", relataba a 'Vice News'.

Lo más complicado del proyecto fue encontrar un socio capaz de recrear el olor real de una persona fallecida. "Hay gente que quiere recrear perfumes de famosos, pero ese nunca es su olor real", destacó.

"Un verdadero olor de persona se compone de contaminantes, detergentes, perfumes, cigarrillos, si fuman, etcétera".

La creadora se puso finalmente en contacto con el departamento de química macromolecular orgánica (URCOM) de la Universidad de Northwestern Havre, que ha desarrollado una técnica para reproducir el olor de persona a partir de un trozo de tela.

"Tomamos la ropa de la persona, extraemos el olor, que se compone de más de medio centenar de moléculas, y en cuatro días, lo reconstruiremos en forma de perfume en una solución de alcohol", apunta Geraldine Savary a la agencia AFP.En Twitter, después de haber fallecido

Según se desprenden de los datos del Instituto Nacional de Francia de Estadística y Estudios Económicos (INSEE), un total de 560.000 personas mueren cada año en Francia, una cifra que se espera que aumente hasta 740.000 en 2045. Muchas empresas buscan formas de sacar provecho de este mercado en ague.

Por ejemplo, la empresa 'Liveson' plantea tarifas para tuitear después de la muerte. "Cuando tu corazón deje de latir, seguirás tuiteando", reza el logotipo de la empresa. Ahora, con el perfume, cuando tu corazón deje de latir, también podrán seguir generando olores.