Congreso convierte Barcelona en escaparate mundial de la lucha contra cáncer

Barcelona, 7 jul.- Unos 1.700 especialistas de todo el mundo se reúnen en el Congreso de la Asociación Europea de la Investigación del Cáncer, que desde hoy y hasta el próximo martes convierte a Barcelona en el escaparate mundial de la lucha contra esta enfermedad.

"Es una gran oportunidad para poner a Barcelona en el mapa de la investigación contra el cáncer, que ya de por sí es muy competitiva en Cataluña", ha explicado a Efe el presiente del comité organizador del congreso, el doctor Joan Seoane, de la Vall d'Hebron Institut de Oncología (VHIR).

En la reunión no sólo se dan cita investigadores, sino también representantes de la industria y de la filantropía, por lo que debe servir para mostrar al mundo la investigación que se hace en Cataluña: "Se podrá ver que vamos adelante y que tenemos prestigio, lo que siempre da oportunidades de financiación", destaca Seoane.

En el congreso diversos ponentes presentarán los últimos avances en biología celular, genómica del cáncer o epigenética orientados todos ellos al principal objetivo de la medicina: el tratamiento personalizado contra el cáncer.

Conforme avanzan las investigaciones, la comunidad científica observa que cada tumor tienen unas mutaciones particulares y diferenciadas de otros, por lo que cada vez se necesitan métodos de diagnóstico más cuidados capaces de avisar de esas diferencias.

Para lograrlo, es imprescindible acercar más la investigación básica, que se hace en el laboratorio, y la clínica, que se practica sobre pacientes.

En este sentido, Seoane considera que se deberían sistematizar los análisis de cada tumor en todos los niveles moleculares y su traslación a un ratón para testar medicamentos, con el fin de encontrar el más adecuado para cada tumor y para cada paciente.

En el marco del congreso internacional se celebrará un simposio de la Fundación Severiano Ballesteros, en el que se debatirá sobre el diagnóstico molecular en glioblastoma, el tumor cerebral más maligno que acabó con la vida del golfista.