Detenido el hijo de la víctimas

La llamada que alertó del doble crimen en Villarejo: "En esa finca pasa algo malo"

Finca Los Curas de Zargameño
Finca Los Curas de Zargameño
EFE

Eran las 20:45 del pasado miércoles cuando una vecina de Villarejo Montalbán (Toledo) recibía una llamada de una de sus amigas. Al descolgar no escuchó nada. Nadie respondía. Rápidamente devolvió la llamada, sin éxito. No consiguió respuesta ni en ese número de móvil ni en el del marido de su amiga ni en el teléfono fijo colgado en la caseta de una de las fincas que hay a las afueras de la localidad donde residían. Se temió lo peor. Tardó muy pocos segundos en ponerse en contacto con el alcalde de la localidad toledana de poco más de 70 habitantes para advertirle que "algo malo estaba sucediendo en La Finca de Los Curas". Media hora después se conoció la tragedia. Un matrimonio había sido presuntamente asesinado. Ayer, la Guardia Civil detuvo al hijo del hombre como presunto autor de los hechos

El pueblo de Villarejo Montalbán está consternado. Su alcalde, en declaraciones a La Información, relata esa llamada desde la que no descansa, mucho menos después de escuchar que el hijo, menor de edad, podía ser el causante de los disparos que acabaron con la vida de Emmanuel, de 38 años y M.F., de 24. Esta joven brasileña, que llegó hace poco más de cuatro años a la localidad junto al que acabó siendo su marido, era muy querida entre los vecinos.

Llegaron juntos tras uno de los viajes que Emmanuel realizaba cada verano a Brasil para disfrutar de un mes de vacaciones. El hombre llevaba más años en el pueblo, al que llegó hace más de dos décadas junto a su familia. Desde entonces, ejerció como guardián de una finca muy conocida por las cacerías que se organizaban. La muerte de ambos es inexplicable para quienes les conocían. Y en el punto de mira está el hijo de Emmanuel, que llegó con 10 años a la localidad tras lograr su patria potestad y del que todo el mundo tiene muy buenas palabras.

Los vecinos cuentan que este joven de 17 años habría sido el que "alertó a un vecino de que había salido a dar un paseo y al regresar se encontró al matrimonio en un charco de sangre. Salió en busca de ayuda porque en la finca no tenía cobertura". Ese vecino vive en la finca contigua, a un kilómetro de donde se encontraban los cuerpos, y es el que llamó al 112 y el que se quedó a la entrada del camino de tierra que lleva hasta la finca para indicar a los agentes el lugar exacto del desvío en la carretera TO-3845, a poco más de un kilómetro del pueblo. Eran las 21.22 horas. Cuando llegó la Guardia Civil, el joven ya habría vuelto a la finca donde los agentes se encontraron los cuerpos de un hombre con dos disparos -uno en la espalda y el otro en el costado- junto al de la mujer, que habría hecho una última llamada a su amiga. 

La familia vivía en una casa de una finca que era conocida en los alrededores por las cacerías que se organizaban. Emmanuel era el encargado de cuidarla y cuando se habría la temporada de caza era el encargado de buscar y soltar las piezas que luego se abatían. También se llegó a organizar algún campeonato de tiro al plato. Pero no solo de la caza se vivía y recuerdan los vecinos que en ciertas temporadas del año también se dedicaban a cultivar el cereal. Las primeras informaciones señalaban que las víctimas pudieron ser disparadas con alguna escopeta. En la caseta era habitual que hubiera armas

"Los tres iban siempre juntos a todo", asegura el alcalde, Salvador Aguilar. "Eran muy generosos con el pueblo", señala antes de contar que en más de un cumpleaños le decía que todo el del pueblo que quisiera acudir a la finca para celebrarlo estaba invitado. "Muchas veces nos reuníamos más de 30 personas alrededor de la caseta". Lo mismo sucedió con el día que se casaron. Lo hicieron en el ayuntamiento, pero "les casó un juez porque nosotros estábamos de vacaciones", recuerda Aguilar todavía sorprendido y sin creerse que el hijo estuviera detenido. 

Ahora el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Talavera de la Reina, en funciones de guardia, abrió ayer diligencias previas, que consisten en el levantamiento de los cadáveres y la autorización para la práctica de las autopsias, y decretó el secreto de sumario tras los hechos. La Fiscalía de Menores de Toledo se encargará de la situación del menor de 17 años. Al lugar del suceso se trasladó un operativo formado por Guardia Civil, dos médicos de urgencia y dos UVI, que no tuvieron que intervenir.

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