Discapacidad. El éxito de ‘hoy toca el prado’ amplía la muestra hasta el 18 de octubre


‘Hoy toca el Prado’, la exposición de cuadros que se pueden tocar en la pinacoteca madrileña desde el pasado mes de enero, ha ampliado su permanencia en el museo, ya que podrá visitarse hasta el próximo 18 de octubre, debido a la buena acogida de la muestra durante el tiempo que ha permanecido abierta.
Según informaron este martes a Servimedia fuentes del Museo del Prado, la buena acogida que ha tenido la exposición por parte del público al que va destinada ha hecho que la pinacoteca amplíe su permanencia en más de tres meses y medio, ya que si debía haberse cerrado el pasado domingo, 28 de junio, lo hará el próximo 18 de octubre.
Las mismas fuentes indicaron que no es posible saber cuántas personas han visitado ‘Hoy toca el Prado’, puesto que se trata de una selección de cuadros incluida dentro de la exposición permanente de la pinacoteca, en la que no hay control de acceso.
No obstante, añadieron, la muestra ha tenido “muy buena acogida” por parte de las personas ciegas o con discapacidad visual grave, que hasta la fecha la han visitado en grupos y de forma individual y han felicitado, en varias ocasiones, al museo por la iniciativa.
La exposición, puesta en marcha por el Museo del Prado y la Fundación AXA, en colaboración con la ONCE, presenta la reproducción en relieve de seis de las pinturas más representativas de las colecciones de la pinacoteca para que los visitantes ciegos o con discapacidad visual grave puedan recorrerlas y tocarlas con las manos.
Los cuadros son, en concreto, 'Noli me tangere', de Correggio; 'La Fragua de Vulcano', de Velázquez; 'El quitasol', de Goya; 'La Gioconda', del taller de Leonardo da Vinci; 'El caballero de la mano en el pecho', del Greco, y el 'Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio', de Van der Hamen, estas tres últimas reproducidas a tamaño real y las otras tres a menor escala.
Las seis obras expuestas son reproducciones en color y en relieve desarrolladas a partir de fotografías en alta resolución a las que se confieren texturas y volúmenes de hasta seis milímetros y están realizadas con la técnica 'Didú' de los Estudios Durero.
La exposición se complementa con paneles y cartelería en braille, además de con una audioguía de apoyo que proporciona las indicaciones necesarias para hacer el recorrido táctil de los cuadros expuestos y saber por dónde hay que mover las manos para entender la obra.
Y si al visitante sin discapacidad visual le llama esto la atención, tiene la posibilidad de ponerse en la piel de una persona ciega con unas gafas opacas que el museo proporciona a quien lo desee para que pueda disfrutar de esta experiencia sensorial.

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