Discapacidad. En 30 años, la mitad de la población con síndrome de down serán personas mayores


Down España y el Real Patronato sobre Discapacidad, en colaboración con Divina Pastora Seguros, han presentado este martes en la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad la publicación ‘Las personas con síndrome de Down y sus familias ante el proceso de envejecimiento’, que recoge, entre otros datos, que en 30 años, la mitad de la población con síndrome de Down serán personas mayores.
A la presentación han asistido el director del Real Patronato sobre Discapacidad, Ignacio Tremiño; el presidente de Down España, José Fabián Cámara; la directora Corporativa de Divina Pastora Seguros, Pilar Nieto, y el asesor de Down España y miembro del equipo de investigación del estudio, Agustín Huete.
El estudio aborda el envejecimiento de las personas con síndrome de Down como una “emergencia silenciosa” a nivel social e incide en factores clave que condicionan cómo estas personas se hacen mayores. Esta última etapa vital constituye todo un reto para las asociaciones y los profesionales que les apoyan así como para las propias familias.
El objetivo es conseguir un envejecimiento activo, pleno y digno para este colectivo. Para ello, incide el estudio, es necesario investigar escenarios de futuro, es decir, los contextos donde se va a envejecer, para que estos sigan siendo favorables para estas personas y se garantice su calidad de vida.
Durante la presentación, el asesor de Down España y miembro del equipo de investigación del estudio, Agustín Huete señaló que esta publicación se ha elaborado con dos propósitos claros: conocer el fenómeno del envejecimiento de personas con síndrome de Down desde su propia perspectiva y la de sus familias, así como proponer medidas para un futuro modelo de actuación para el colectivo. Según señaló, el envejecimiento es un cambio que requiere de apoyos, también en el caso de las personas con síndrome de Down.
En este sentido, destacó que el estudio parte de dos datos: el aumento de la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down, que hoy supera los 60 años, y el descenso en la natalidad de este colectivo, que llevará a que en los próximos 30 años, más de la mitad de las personas con síndrome de Down sean mayores.
Según afirmó, este estudio ha constatado que envejecer no es únicamente un proceso biológico, sino también social. "Hoy en día, la mayoría de personas con síndrome de Down mayores de 40 años pertenecen a una generación que no ha recibido Atención Temprana, que no ha estudiado en inclusión ni ha participado en actividades de ocio y tiempo libre. Como consecuencia, han envejecido en un escenario más propicio a hacerse mayor de forma prematura".
En contraposición, explicó, la nueva generación de personas con síndrome de Down vivirá en condiciones distintas, lo que marcará un proceso de envejecimiento muy distinto al actual.
Por su parte, el presidente de Down España, José Fabián Cámara, expresó que “es una buena noticia que las personas con síndrome de Down envejezcan” y destacó la importancia de que se les ofrezcan servicios de envejecimiento activo y vida independiente. Asimismo, afirmó que a partir de los 45 años es necesario comenzar a trabajar el fenómeno del envejecimiento entre el colectivo.
Según Cámara, “las personas con síndrome de Down hoy no son iguales que las del mañana. A la hora de envejecer, mientras que a las de hoy tenemos que prestarles servicios de dependencia, a las del futuro habrá que procurarles servicios de independencia”.
Por otro lado, aseguró que el envejecimiento de las personas con síndrome de Down va a coincidir con el de sus padres, una situación que requerirá estrategias de intervención conjuntas.
Por su parte, la directora Corporativa de Divina Pastora Seguros, Pilar Nieto, se refirió al objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down también durante su proceso de envejecimiento, como “parte del recorrido de vida”.
Finalmente, el director del Real Patronato sobre Discapacidad, Ignacio Tremiño, aseguró que la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual ha aumentado en las últimas décadas y la esperanza de vida de este colectivo supera hoy los 60 años. En este sentido, destacó el proceso de envejecimiento prematuro de las personas con discapacidad intelectual, que comienza a los 45 años y que repercute en el modelo familiar, por lo que es necesario, dijo, trabajar en programas de intervención.

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