Ecologistas en acción protesta contra la construcción del canal interoceánico de nicaragua

Ecologistas en Acción anunció hoy que cantantes, poetas y ecologistas se reunirán este viernes en Madrid para protestar contra la construcción del canal interoceánico de Nicaragua, un proyecto que, aseguran, provocará graves impactos a la naturaleza, los recursos y la sociedad de este país centroamericano.
En un comunicado, Ecologista en Acción señala que la protesta se hará en la glorieta de Rubén Darío en Madrid, coincidiendo con el aniversario de la muerte del escritor nicaragüense.
En el acto intervendrán, entre otros, el Niño de Elche, Jorge Riechmann o María García Zambrano que, con sus canciones y textos, darán a conocer la amenaza de un canal “faraónico e innecesario”, pensado para el paso de grandes buques entre el Atlántico y el Pacífico.
La organización ecologista recuerda que el proyecto implicará una enorme excavación de 278 kilómetros, atravesando importantes áreas de selva virgen y la mayor reserva de agua potable en Centroamérica, el lago Nicaragua o Cocibolca.
Asimismo, alerta de que estas obras dañarían miles de kilómetros cuadrados de bosque, costa y humedales como San Miguelito, la reserva natural Cerro Silva o la reserva de la biosfera de Río San Juan.
ESPECIES AMENAZADAS
Además, denuncia que el canal afectaría al hábitat de 22 especies vulnerables y en peligro de extinción, incluyendo tapires, jaguares, tortugas marinas, corales y otras especies; así como algunos de los escasísimos manglares vírgenes, arrecifes de coral, bosques secos y bosques húmedos que aún perduran en Centroamérica.
En este sentido, critica que el Corredor Biológico Mesoamericano diseñado por los gobiernos de la región será partido en dos, y el canal y su infraestructura crearán “una barrera descomunal de dispersión para plantas y animales”.
Ecologistas en Acción también señala que el canal causaría daños en la calidad del agua y su distribución, todo ello “en un país con problemas de escasez hídrica” y numerosas poblaciones locales, tanto campesinas como comunidades indígenas, se verían obligadas a desplazarse por la construcción, vulnerando la propia Constitución de Nicaragua.