Un vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo este lunes que Estados Unidos lamenta "la devastación y la pérdida de vidas" por el deslizamiento que sepultó 125 viviendas en la aldea Cambray II, en el municipio de Santa Catarina Pinula, 15 km al este de la capital guatemalteca. Autoridades estiman que unas 300 personas están desaparecidas.
"Queremos destacar a los rescatistas guatemaltecos por los esfuerzos en responder a esta terrible tragedia", dijo Toner, quien aseguró que una parte importante de ese personal había sido entrenado por la agencia estadounidense de ayuda al desarrollo (USAID).
"Es bueno ver ese entrenamiento dando resultado al ayudar al salvar vidas", afirmó Toner, señalando que Washington "está coordinando estrechamente con el gobierno guatemalteco para ver que asistencia es requerida".
Cientos de socorristas, incluido un equipo de México, reiniciaron este lunes la búsqueda de víctimas entre los escombros, luego que las lluvias paralizaran las operaciones de rescate.
El deslave sorprendió a los vecinos en una zona que ya había sido declarada de alto riesgo por las autoridades de protección civil, por estar asentada entre altas laderas y cercana a un río.
En el lugar del siniestro, comienzan a sentirse fuertes olores por los cuerpos en descomposición y los socorristas utilizan mascarillas para evitar también el contagio de enfermedades.
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